Es una “masacre” de sucursales bancarias. Ostellato los perdió a todos. Y en la ciudad se reducen casi a la mitad: “Ahora necesitamos un Observatorio”

Es una “masacre” de sucursales bancarias. Ostellato los perdió a todos. Y en la ciudad se reducen casi a la mitad: “Ahora necesitamos un Observatorio”
Es una “masacre” de sucursales bancarias. Ostellato los perdió a todos. Y en la ciudad se reducen casi a la mitad: “Ahora necesitamos un Observatorio”

La escasez de sucursales bancarias en nuestra zona ha adquirido un impacto dramático. De la ciudad a la provincia, es un verdadero boletín de guerra que surge de los datos del Banco de Italia procesados ​​por Fisac ​​​​CGIL y, en particular, por el secretario Samuel Paganini, que analiza lúcidamente las cifras en el contexto en el que se insertan. . Veamos algunos valores. Empecemos diciendo que el peor balance se registra en la provincia de Ostellato. Desde 2015 hasta finales del año pasado perdió el 100% de sus sucursales bancarias. Está completamente desprotegido. Riva del Po también fue dramática, ya que sufrió una caída del 80% en sucursales, pasando de cinco a una. Lagosanto y Fiscalia no son mejores. Hablamos de una rarefacción que alcanza porcentajes de poco menos del 70%. El primero pasa de tres a uno, mientras que Fiscaglia pasa de seis a dos. Ostellato supera el 75% en el número de desapariciones de sucursales bancarias, que pasó de cuatro a una en el periodo analizado por Bankitalia.

Las caídas afectan menos en la zona de Alto Ferrara: en Bondeno las sucursales cerradas representan el 14,29% del total, mientras que en Cento el 13,64. Jolanda mantiene inalterada su presencia mientras que Masi Torelló ha visto reducidas sus sucursales a la mitad. Incluso en la ciudad la situación no es mucho mejor: la capital pasó de 82 sucursales a 46 el año pasado. Lamentablemente, una tendencia cada vez peor que supera el umbral de los 43 puntos porcentuales en términos absolutos de caída respecto al total inicial. Es necesario considerar una reflexión más profunda sobre Ferrara. De hecho, la ciudad tiene “obviamente el mayor número de cierres en términos absolutos: treinta y seis sucursales han cerrado en la ciudad y especialmente en las aldeas”. Como consta en el documento del sindicato, “las aldeas del Municipio prácticamente carecen de sucursal bancaria”. Además, señalan los sindicalistas, “esta cifra es aún más preocupante ya que es precisamente en la capital de provincia donde se concentra la mayor riqueza en términos de ahorro y, por el contrario, la mayor necesidad de crédito a empresas o particulares”. Y aquí vienen otras noticias potencialmente muy críticas. “Para el verano – leemos en el documento de Fisac ​​– se espera un nuevo cierre de una sucursal bancaria en la zona de Gad, dejando a los habitantes de esa zona sin una sucursal bancaria cercana. Otra burla: un turista que llega al En la estación de Ferrara ni siquiera encontrarás un cajero automático disponible en la zona.”

Esto, de hecho, es un defecto notable. Pero hay otro aspecto que hay que tener en cuenta y que se refiere al ahorro de los ferraranos. “En una provincia económicamente frágil como la nuestra – afirma la categoría de la CGIL – los ahorros de los ferrarenses financian a menudo actividades que no están presentes en nuestro territorio. En Ferrara recaudamos dinero que se presta en otros lugares”. Estamos hablando de sumas enormes. “Hasta la fecha – continúa la nota – la diferencia entre préstamos y ahorros es de 3,4 mil millones de ahorros de los ferraranos prestados por bancos fuera de la provincia”. En este punto llegan las propuestas políticas formuladas por el sindicato. “Una primera medida posible – afirma Paganini – podría consistir en transferir los procesos de gestión central de los grandes bancos a nuestra provincia. De este modo, al menos, sería posible frenar parcialmente la hemorragia de empleo en Ferrara”.

Pero aún más urgente a los ojos del secretario de Fisac ​​sería la creación del observatorio provincial de crédito. “Un lugar – explica – que puede controlar el fenómeno de la escasez de sucursales bancarias y que involucra no sólo al mundo de las entidades de crédito, sino también al mundo empresarial y sindical”. Por otra parte, observa Paganini, “si no hay crédito no hay negocio”. De ello se deduce que “no hay trabajo y los niveles de desempleo están aumentando”. Sin embargo, para poner en marcha una iniciativa de este tipo “se necesita una política cuidadosa y con visión de futuro – comenta Paganini -. Ferrara ya no puede permitirse más cierres de bancos y las consiguientes reducciones del crédito concedido a empresas y particulares”.

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