Esta tarde la peregrinación diocesana de catequistas a Ragusa ha tenido una gran participación. Dirigido por el obispo, Mons. Giuseppe La Placa, en presencia del director de la oficina de catequesis diocesana, el sacerdote Marco Diara, los asistentes contemplaron la concentración en el cementerio de la catedral de San Giovanni, desde donde luego se trasladaron en procesión hasta el santuario del Carmine. Aquí se celebró la santa misa presidida por el obispo.
«El papel al que estamos llamados – recordó Mons. La Placa – es salir de nuestras fronteras y de nuestras lógicas que nos impiden estar abiertos a una dimensión universal y misionera. El catequista está llamado a escuchar la Palabra por sí mismo para poder ser heraldo del Resucitado… Esta noche quiero animaros a ser protagonistas de esta primavera: a pesar de las dificultades, a pesar de las resistencias, a pesar de nuestras fragilidades, Deben ser brotes que den testimonio de esta nueva primavera. No nos cerremos: el cierre nos impide testificar”.
