Devastadoras inundaciones en el ‘Véneto’ Brasil: decenas de muertos y desplazados

Devastadoras inundaciones en el ‘Véneto’ Brasil: decenas de muertos y desplazados
Devastadoras inundaciones en el ‘Véneto’ Brasil: decenas de muertos y desplazados

Deslizamientos de tierra, ciudades completamente sumergidas, deslizamientos de tierra… Rio Grande do Sul, situado en el sur de Brasil, vivió recientemente un episodio de inundaciones de proporciones históricas para la región. El gobernador Eduardo Leite calificó esta calamidad como el “peor desastre climático” jamás visto en esta zona del país, fronteriza con Uruguay y Argentina. “Expreso mi más sentido pésame por todas las vidas perdidas”, dijo el jueves 2 de mayo. “Actualmente se han registrado 29 muertes y, con gran tristeza, sabemos que habrá más víctimas”. También hay 60 personas desaparecidas.

Es una región de fuerte inmigración veneciana. Los mapas de Google también informan de este tipo de inundaciones, especialmente en las proximidades de Bento Goncavales, Nova Vicenza y Garibaldi.

Desde arriba, las imágenes muestran barrios enteros completamente sumergidos en el agua. A veces, sólo los tejados de las casas se elevan sobre la superficie del agua marrón. “Nunca había visto algo así”, se queja Raúl Metzel, vecino de Capela de Santana, una de las ciudades más afectadas por la tormenta. “Todo está bajo el agua y la situación podría empeorar aún más. No sabemos cuánto seguirán subiendo las aguas”.

Ante la urgencia de la situación, las autoridades estatales declararon el miércoles por la noche el “estado de catástrofe pública”. Para apoyar las operaciones de rescate, se enviaron más de 600 soldados para reforzar las fuerzas ya presentes en el campo y distribuir ayuda alimentaria a las víctimas. El jueves, el presidente Lula visitó la región y prometió que a Rio Grande do Sul “no le faltarán recursos humanos” en los próximos días para hacer frente a estas desastrosas condiciones climáticas. En total, al menos 154 comunidades se vieron afectadas por las inundaciones.

En los últimos tiempos, las evacuaciones de residentes han aumentado: más de 10.000 personas han tenido que abandonar sus hogares, mientras que unas 4.600 han sido acogidas en instalaciones de acogida. La población está consternada por las enormes pérdidas sufridas. Algunos están preocupados por sus seres queridos, como Claudio Oliveira, un mecánico de 54 años de Capela de Santana, cuyos familiares viven a veinte kilómetros de la ciudad. “No podemos hacer nada”, suspira. “Ni siquiera podemos ir a recogerlos y traerlos a nuestra casa”.

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