Entusiasmo, pasión y curiosidad: la Escuela de Periodismo en el Festival de Perugia

Entusiasmo, pasión y curiosidad: la Escuela de Periodismo en el Festival de Perugia
Entusiasmo, pasión y curiosidad: la Escuela de Periodismo en el Festival de Perugia

El tema del encuentro vuelve, no sólo con los protagonistas de las historias y las realidades que se cuentan, sino también entre los periodistas, que entregan estas miradas del mundo a los lectores. Un equipo que entiende la profesión como un servicio. Estuvieron tiempo mostrándose y contándonos sobre ellos mismos. «Me permitieron conocer su manera de pensar y de expresarse ante el público», explica Mattia. Andrea añade: «Me mostraron formas de hacer nuevo periodismo como el investigación de código abiertoproporcionándome una brújula.”

La apertura a la discusión y al diálogo ha puesto de relieve el propósito de nuestra profesión, donde sentirnos parte de una comunidad hace que nuestra entrada sea más segura y acompañada, como recuerda Ginevra: «Trabajar codo con codo con otros futuros compañeros me animó a dar lo mejor de mí» . Siendo un ejemplo y no un obstáculo, esto es lo que Giulia trae en su maleta al regresar de Perugia, atenta también a cómo el ser mujer afecta al mundo en el que entramos: «Escuchando varios testimonios, entendí que cuando las mujeres son las portavoces En la dinámica de la guerra, la atención se centra en las consecuencias inmediatas y emocionales que afectan a los civiles, pero también en las razones que provocan el estallido de las guerras”.

Ha llegado el momento de cerrar la mochila, colocar cámaras y micrófonos y emprender de nuevo rumbo a Milán. Al guardar nuestros diarios, enriquecidos con nombres e ideas, anotamos una palabra para describir esta experiencia: instructivo Y formativoporque abrirse a la conciencia de querer aprender es la primera forma de obtener información; desarrolloposible gracias al contacto directo con las cosas de la vida; básico, para comprender el mundo real en la dimensión íntima de nuestra profesión. Ginevra: «No quiero ser periodista, pero serlo»; Giulia comprendió que «los periodistas viven juntos, en la paz y en la guerra, con un sentido de responsabilidad social que les hace despertarse por la mañana».

La esperanza que nosotros, los aspirantes a periodistas, nos llevamos a casa es no detenernos y no ser bloqueados por “No“Que nos encontraremos. Los testimonios que hemos presenciado lo confirman: manteniendo viva la fe en nuestro propósito y la verdad de nuestra mirada, ser parte de este mundo es un privilegio.

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