Es una primavera de luto para el mundo económico friulano, que, tras la pérdida de numerosas figuras históricas del espíritu empresarial y de la viticultura, hoy, domingo 28 de abril, llora la muerte de Gianpietro Benedetti. El “párroco” de Danieli falleció tras una breve enfermedad; Habría cumplido 82 años el 12 de junio.
Se unió a Danieli en 1961 con el rol de diseñador técnico, después de un largo aprendizaje en fábricas de todo el mundo, en 1986 se convirtió en director general del Grupo Danieli, antes de asumir la presidencia de 2003 a 2018. En 2021 se convirtió en presidente de Confindustria Udine. También participó en los medios de comunicación locales: desde la televisión con Telefriuli hasta el periódico con Il Friuli y La Vôs dai Furlans. Y, recientemente, como accionista minoritario del grupo Nord Est Media, que incluye seis periódicos, entre ellos Messaggero Veneto.
Benedetti estuvo muy cerca de la Iglesia de Udine y de todo Friuli, apoyando diversos proyectos con algunas obras de mecenazgo. Sobre todo, la restauración del ángel del Castillo de Udine, en el campanario de la iglesia parroquial de la ciudad, icono de la ciudad y de Friuli. El propio Ayuntamiento de Udine concedió a Benedetti la ciudadanía honoraria de la capital friulana en 2021.
Atención a temas sociales, familia, natalidad y educación.
Atento no sólo a la dimensión económica sino también a la social, en sus últimas intervenciones, incluida la Vita Cattolica, Benedetti ha apelado repetidamente a las políticas y decisiones urgentes que deben tomarse en relación con lo que definió como “condiciones indispensables para el crecimiento”. «Debemos tener la determinación de abordar políticas a medio y largo plazo en sectores clave: familia y natalidad, inmigración razonada, orientación escolar y formación», afirmó en su reciente discurso de finales de marzo, recogido por nuestro semanario.
«Partimos de una posición privilegiada: aún hoy, a pesar de todo, somos el segundo país fabricante de Europa, después de Alemania. Pero – insistió Benedetti – necesitamos una visión (lo que significa, en primer lugar, concienciación y luego tirar por la borda las políticas industriales europeas, nacionales y regionales) para evitar el declive y diseñar un renacimiento manufacturero capaz de apoyar un desarrollo innovador, sostenible e inclusivo. capaz de generar valor añadido y, en consecuencia, los recursos imprescindibles para financiar el bienestar y hacer sostenible nuestra gigantesca deuda pública.” La condición previa para el presidente de Confindustria era cultural: «Es necesario crear un entorno “amigable” para quienes hacen negocios». Y en el centro de su visión, siempre estuvieron los temas de la familia, la tasa de natalidad y la educación.
