Proyectos de ley “locos” en Lecce, se iniciaron investigaciones

LECCE – Facturas de gas desproporcionadas: Adiconsum Lecce informa a la Autoridad Garante de la Competencia y del Mercado y a Arera que ha decidido examinar claramente las prácticas comerciales de Enel Energy. El problema surgió en 2022 con la transición de precios variables a precios fijos, una elección de los consumidores para protegerse de las subidas de tarifas, pero si los contratos eran por tiempo indefinido, la oferta no lo era, que rara vez superaba los 12 meses. Esta última circunstancia es poco conocida. En la práctica, al finalizar la oferta, el consumidor debía recibir de su gestor una comunicación del cambio de tarifa, en caso de que el precio aumentara, al menos tres meses antes de la entrada en vigor de la nueva tarifa informándole de la posibilidad de poder desistir del contrato.

Una comunicación muy importante porque permite al usuario cambiar de proveedor si no considera conveniente la tarifa. Comunicación que según los consumidores nunca habría llegado: en el mes de enero muchos recibieron facturas de gas de infarto y recurrieron a Adiconsum Lecce – Asociación para la defensa de los consumidores – para impugnar el proyecto de ley, ya que la única respuesta de los operadores de Enel Energia se limitó a decir que la tarifa había cambiado.

«Un análisis cuidadoso de las facturas puso de relieve que muchas tarifas del gas habían cambiado a partir de julio de 2023 – informa Adiconsum – y con la llegada de la temporada de verano, los usuarios no pudieron darse cuenta del aumento inmediatamente. La sorpresa llegó sólo cuando encendieron la calefacción por el frío, pero las facturas llegaron cuando ya había pasado el momento de remediar el problema. La broma fue que, ante las quejas de los usuarios, Enel Energia se declaró dispuesta a cambiar el precio del gas para el futuro (cuando llegue el buen tiempo) pero dejando inalterados los precios del invierno pasado”.

Se trata de la famosa comunicación del cambio de tarifa que muchos consumidores se quejaron de no haber recibido nunca, pero «el código de conducta comercial aprobado por Arera impone a los clientes la carga de demostrar que nunca recibieron la comunicación. En la práctica, la carga de la prueba recae sobre la parte más débil. Esto es cierto incluso cuando la nueva tasa se descubre sólo al recibir la factura. Además, el gestor goza de la presunción de recepción de la comunicación, diez días después de su envío, incluso si el consumidor afirma no haber recibido nunca nada”.

Adiconsum Lecce presentó denuncias y decidió actuar “en respuesta a las respuestas inaceptables de Enel energia”. De ahí el informe a la Autoridad de la Competencia y los Mercados y a Arera «por los perfiles de conducta comercial que deseen detectar para salvaguardar a los consumidores e invocando la rescisión contractual conforme a los artículos 52 y 53 del Código de Consumo, al no haber sido previamente permitido conocer los condiciones económicas que se aplicarían, ni estar en condiciones de poder evaluar sus efectos y las decisiones que deben tomarse conscientemente y decidir si se hace uso del derecho de desistimiento garantizado. Ahora, gracias a los informes presentados también por Adiconsum Lecce, la Autoridad ha abierto formalmente una investigación que podría llevar a que los usuarios reconozcan sus motivos y obtengan lo impugnado por Adiconsum Lecce”.

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