Sássari Digamos que ahora una generación está hipotecada y el daño ya está hecho. “En promedio, pasan de 20 a 25 años desde la exposición al carcinógeno hasta el desarrollo del tumor”. Por lo tanto, para los fumadores empedernidos nacidos en los años setenta, la factura sanitaria ha llegado o está llegando. Pero para sus hijos todavía hay tiempo para desactivar los efectos devastadores de la nicotina. Giuseppe Palmieri, profesor titular de Oncología Médica de la Universidad de Sassari y director del Instituto de Investigaciones Genéticas y Biomédicas (Irgb) del Cnr de Sassari, valora positivamente todas las iniciativas destinadas a desalentar el hábito de fumar. Pero con las distinciones que implica una mirada científica: «Si nos referimos a las medidas adoptadas en Turín, es decir, la prohibición de fumar en lugares públicos al aire libre a una distancia inferior a cinco metros de otras personas, estamos hablando naturalmente de tabaquismo pasivo. En este frente hay metaanálisis realizados en China, donde la dependencia del tabaco sigue siendo elevada. Sin embargo, cabe señalar que todos los datos recopilados se refieren a la exposición al tabaquismo pasivo en el entorno doméstico y no en espacios abiertos. Se ha descubierto que el tabaquismo pasivo en espacios cerrados representa el 15 por ciento de los cánceres que afectan a los no fumadores. Por lo tanto, por el momento no disponemos de estadísticas que ofrezcan una base científica para evaluar el impacto del tabaquismo pasivo al aire libre”.
¿Cree entonces que las prohibiciones del Ayuntamiento de Turín son exageradas?
«Si hago una evaluación científica, tengo que responder que sí. Pero si tenemos en cuenta el enfoque educativo y la labor de sensibilización que suponen estas restricciones, entonces puedo decir que cualquier campaña antitabaco tiene su utilidad. Y agrego: las mujeres deben tener mucho cuidado, ya que son particularmente sensibles al tabaquismo pasivo con los numerosos casos de cáncer de mama”.
¿Insistiría más en el lado de la comunicación?
«Les pondré un ejemplo, que se refiere a otra patología y a otro país: el melanoma en Australia. El gobierno puso en marcha una campaña incesante sobre los horarios de exposición al sol, sobre el uso de camisetas, sobre cremas, sobre las precauciones a tomar en la playa, y al cabo de unos años llegaron los resultados: la incidencia del melanoma ha disminuido”.
En cambio, ¿qué opina de las leyes adoptadas en Gran Bretaña para crear generaciones enteras libres de fumar? «Absolutamente oportuno y eficaz. En primer lugar por su valor educativo, y también porque se basan en una determinada base biológica: de hecho, se ha comprobado que el daño que los carcinógenos causan en la adolescencia es mayor, porque en esa fase se produce el máximo desarrollo de los tejidos. Por lo tanto, proteger a las nuevas generaciones del tabaco significa invertir en el futuro y en la salud”.
