empresa y el rescate de Borrelli, reflexiona Cellino (y pide 25 millones)

El momento de la verdad. Ya no hay forma de huir. Brescia por un lado, Feralpisalò por el otro. Sólo centrémonos en el fútbol, ​​ya que también en otros deportes, el Germani Basket lleva la delantera, estamos en el momento decisivo de la temporada. De este y el que está por venir. Porque en el deporte moderno, donde el juego es inevitablemente doble, donde los resultados en el campo también deben combinarse con los presupuestos de las empresas, nos guste o no, la primavera ya es el momento de planificar. Sin perder tiempo. Sabiendo que el resultado del lanzamiento no será el único que contará. El Brescia sueña (sin dar demasiada publicidad, mejor aún) con la Serie A. Podrá dar su opinión en los playoffs.

Pero el verdadero gran problema es el de la empresa, cuyo propietario Cellino debe resolver sus dudas: ¿vender o no? Su posición es más clara de lo que parece: Ni siquiera se sienta a hablar con quien no ponga al menos 25 millones de euros sobre la mesa.. Muchos, quizá demasiados, dado el valor real de la empresa. La oferta más estructurada llegó hace cuatro meses desde Estados Unidos, pero no se ha hecho nada al respecto, también porque el problema del estadio sigue siendo difícil de resolver. Ahora la fase está paralizada.. Es una pena, porque las instalaciones en sí (pensadas como la construcción de unas instalaciones nuevas y modernas, que funcionen los 7 días de la semana) deberían ser la clave para el desarrollo de todo el club. Cellino está pensando seriamente en vender. El cansancio de estos años complicados se hace sentir. Y la situación medioambiental también está influyendo. “Pero sólo cedo ante inversores serios y sólidos.”, reiteró ayer con firmeza el propietario del club de la ciudad al Corriere. Por serios y sólidos, obviamente, nos referimos a emprendedores que le dan lo que pide, evidentemente. Pero así es, son las reglas del juego, las probabilidades son de él. Menos lógica es esta gestión del día a día, demasiado arriesgada, como lamentablemente demostró la desafortunada temporada pasada. Este año con Maran (que ya está confirmado para la próxima temporada, acertada elección) Todo es diferente, pero el arrepentimiento persiste: con un par de incorporaciones exitosas, hoy Brescia jugaría directamente en la Serie A. ¿Borrelli? Su rescate del Frosinone cuesta 4 millones y no es del todo seguro por el momento.

El escenario que le espera a Feralpisalò es diferente, pero hasta cierto punto. La continuidad corporativa es una certeza, la familia Pasini es una garantía. Pero también en este caso la cuestión del estadio no puede posponerse más. Salvación o no. Porque este año el traslado a Piacenza, donde todo funciona muy bien, ha sido contraproducente. Te lo imaginaste, fue así. La negativa de Brescia ciertamente no fue agradable, con Cellino que debería haber mostrado otra disponibilidad, en nombre de la deportividad. Una oportunidad perdida. El caso es que para Feralpisalò jugar siempre fuera de casa no es fácil, los habitantes del Garda han pagado un alto precio por esta falta de casa. Una maldición que hay que evitar a toda costa el año que viene. Pensando a largo plazo. Lo que sea necesario.

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