Tres empates de tres. El ranking de Palermo no ha cambiado mucho, pasando de Corini a Mignani. El nuevo técnico rosanero está invicto, pero ni siquiera ha ganado. Lo intentarán contra Reggiana el sábado por la tarde. Pero si Mignani no ha influido hasta ahora en las clasificaciones, no se puede decir lo mismo de las elecciones de los jugadores y del sistema de juego. Personas que habían quedado al margen han vuelto a ser protagonistas, véanse Buttaro, Henderson o Mancuso. Y Palermo ahora juega con tres defensores y un mediocampista más ofensivo (Di Francesco) que oscila entre líneas, apoyando a dos delanteros.
“El resultado hasta ahora ha sido tres empates que no han producido ningún cambio de ritmo – leemos en el análisis de La Gazzetta dello Sport – apoyando la vocación de ‘Mister, han dado un aspecto más compacto a un equipo que se desliza peligrosamente ante su llegada. El salto de calidad desde la perspectiva de los play-offs debe darse en este sentido, para aprovechar el talento recogido en el tercer ataque del torneo y ponernos en condiciones de ganar los play-offs”.