el sábado juega como exjugador contra el Cosenza

Sólo queda retener a Nasti. Los problemas con Puscas y Diaw ofrecen al delantero nacido en 2003 la oportunidad de redimirse. Sólo 4 goles en la temporada, el último el 13 de enero en San Nicola contra Ternana. Hace toda una vida. Y luego algunos comportamientos exagerados, véase la discusión con Ruggeri en la categoría Sub 21 o la tonta expulsión tras el pitido final en Bari-Sampdoria. Ahora el destino le pone cara a cara con su pasado reciente, Cosenza. Dirigido entonces por William Viali, el técnico que más que nadie supo potenciarlo. Cabe recordar el doblete (como suplente) en el derbi contra la Reggina y el gol en el partido eliminatorio contra el Brescia. “Le tengo mucho cariño, juntos compartimos un viaje importante. Es un chico sensible y eso a veces le lleva a cometer errores”, fueron las palabras de Viali tras la derrota del Ascoli ante el Bari el pasado 4 de noviembre. “Me dio confianza y me hizo sentir importante, pero tenía que ganarle”, pronta respuesta de Nasti. La nueva encrucijada del sábado: Viali vuelve al banquillo de Cosenza y Nasti por primera vez como rival en Marulla. Pero no hay emoción que importe, para ahuyentar las pesadillas hará falta el clásico gol del ex. Y posiblemente, como jugador avisador, sin ser advertido.