La edición de hoy de “Il Giornale di Sicilia” se centra en el empate de Palermo contra el Parma con un artículo de Carlo Brandaleone.
Tercer empate en tres partidos, Michele Mignani confirma el apodo de “Mister X”, pero teniendo en cuenta cómo habían ido las cosas en las últimas semanas, jugando en igualdad de condiciones contra el líder de la liga, el Parma, incluso estuvo cerca de ganar con al menos tres oportunidades perdidas (Mancuso en la primera parte, Brunori y Buttaro en la segunda parte). sin sufrir nunca el juego del rival no es poca cosa.
El nuevo técnico del Palermo tiene el desafío de reconstruir un equipo que estaba hecho jirones, con el objetivo de presentarlo en buenas condiciones al inicio de los play-offs. Como hemos subrayado muchas veces, el principal objetivo de recuperar la confianza es evitar perderla. Esto es para no volver atrás, para no volver a incurrir en decepciones y críticas hacia la defensa, y para no dar lugar a la sospecha de que el cambio de entrenador no ha aportado ningún beneficio.
Es probable que el ex entrenador del Bari se contente con cuatro empates en los próximos cuatro partidos, permitiendo así al equipo asimilar rápidamente el nuevo juego, los esquemas tácticos y la mentalidad establecida, sin el peso de las críticas. Además, quedar en quinto o sexto lugar podría no hacer mucha diferencia.
El partido se jugó con mucho esfuerzo por parte de ambos equipos, y cuando Mignani decidió sustituir a Brunori faltando un minuto para el final, la afición presente en Barbera esperaba un ataque final, pero la sustitución por Coulibaly indicaba claramente que para Mignani el principal objetivo era para evitar la derrota. Palermo ha concedido muchos goles en el tiempo de descuento en el pasado, por lo que evitar conceder un gol en ese momento crítico era una prioridad.
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