Parada decisiva en el minuto 90, vuelo impecable para bloquear un tiro libre destinado a acabar en la red. Alessandro Pighi, 34 años, afrontó el desafío con una desventaja, provocada por la amputación de un miembro en 2014. Es un portero con un solo brazo disponible, el izquierdo. Pero su determinación y su capacidad son extraordinarias, y durante un partido de tercera categoría entre Valdadige y Vetta, logró no sólo una hazaña deportiva, sino también humana.
Pighi contó su historia al diario ‘L’Arena’.
El domingo pasado, durante el partido de tercera categoría, Valdadige se encontró de repente sin porteros, ambos lesionados, con el marcador estancado en 0-0. Pighi, aunque está en el banquillo y es defensa central del equipo, – también demuestra habilidad con los pies – es el portero titular de la selección italiana de amputados. Ante la emergencia, el técnico de Valdadige le preguntó si se sentía preparado para sustituir al portero: Pighi rápidamente respondió que sí. Tras un breve calentamiento y algunas sencillas intervenciones, realizó un espectacular salto para despejar un tiro libre hacia portería, sellando el 0-0 en el marcador a falta de 3 minutos para el final. “Tanta alegría en el minuto 90”, dijo el portero.
