4 detenciones por extorsión en el Puerto

Durante las actividades de investigación, habría surgido un sistema de extorsión contra los propietarios de las embarcaciones amarradas en el puerto de Santo Spirito, en Bari. Los propietarios de las embarcaciones supuestamente serían destinatarios de solicitudes de dinero mensuales. Esta mañana, los Carabinieri, al término de una extensa investigación coordinada por la Dirección Distrital Antimafia de la Fiscalía de la capital de Apulia, han ejecutado una orden de detención preventiva contra 4 sospechosos, considerados responsables de los delitos de “extorsión continuada agravada en competencia”,fuego agravado” (ambos con el agravante del método mafioso) y “ocupación ilegal de propiedad estatal“.

La solicitud de medidas cautelares fue emitida por el juez de instrucción del Tribunal de Bari a petición de la Dirección Distrital Antimafia de Bari, que reconoció serios indicios de culpabilidad contra los sospechosos. Tres personas fueron llevadas a prisión y una bajo arresto domiciliario.

Según el planteamiento acusatorio, aceptado por el juez de instrucción, las investigaciones habrían arrojado luz sobre el clima de subyugación al que se vieron obligados los propietarios de los barcos atracados en el puerto de Bari-Santo Spirito, como se desprende de una denuncia anónima recibida en las oficinas de la mencionada comisaría de Carabinieri desde donde se inició la actividad investigativa.

Investigaciones posteriores, realizadas mediante el análisis de los sistemas de videovigilancia, numerosos servicios de observación y el uso de interceptaciones telefónicas, habrían permitido comprobar el probado sistema de extorsión aplicado por un hombre de 52 años, censurado y con antecedentes penales por asociaciones criminales, que, desde hace algún tiempo y con la colaboración de otros dos sospechosos, todos ellos beneficiarios de medidas cautelares en prisión, habrían realizado un servicio de vigilancia ilegal en el puerto, induciendo a los navegantes a pagar sumas de dinero a modo de “protección” del buque amarrado. La falta de pago podría haber provocado daños al buque amarrado. Las solicitudes, mensuales, se habrían definido mediante una lista de precios en función del tamaño del barco, desde un mínimo de 10 euros para los ‘gozzetti’ hasta 100 euros para los pesqueros. “Todo en un clima de silencio y sometimiento de las víctimas – leemos en un comunicado de prensa de la DDA de Bari – consciente, en caso de negativa, del riesgo de robo de los instrumentos instalados a bordo o de daños a los propios buques, tal como se reconstruyó en la actividad de investigación“.

En particular, las investigaciones habrían puesto de relieve el papel de supremacía adquirido en el lugar por el hombre de 52 años que habría ocupado ilegalmente el área estatal frente al puerto, delimitándola con una cadena, para impedir su uso público para utilizarlo como aparcamiento de coches particulares, recibiendo en muchas ocasiones solicitudes telefónicas previas de algunos usuarios. El mismo sospechoso, según la acusación, habría intentado luego convertirse en custodio de un club náutico del puerto, amenazando de muerte al custodio legítimo para inducirle a renunciar a su servicio de seguridad, pero sin conseguirlo.

Además del papel de los tres principales sospechosos, habría trascendido la implicación de la esposa del hombre de 52 años, que se encuentra bajo medida cautelar de arresto domiciliario: según los investigadores, la mujer habría tenido conocimiento de el origen ilícito del dinero recaudado por su marido en el puerto y habría sido instruida por él para registrar los pagos mensuales recibidos por las víctimas.

*Actualización a las 10.31 a.m.

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