Entre los muchos trastornos modernos y reales de la esfera sexual (disminución del deseo a partir del intercambio de números de teléfono y contracción de la actividad erótica en momentos compatibles con los partidos de la Liga de Campeones), creía que la homosexualidad todavía encontraba espacio sólo en la cabeza de algunas personas retrógradas. En cambio El agente Vercelli es enviado por el Estado a un psiquiatra para que se puedan investigar sus gustos, con el evidente corolario de bromas sugerentes que le infligen sus compañeros.
El Tribunal Administrativo Regional de Piamonte le concedió una indemnización de 10.000 euros por daño moral, pero su historia abre un vistazo a una realidad que fue archivada demasiado apresuradamente. Los Vannacci afirman que los gays disfrutan de todos los derechos y muchos privilegios, pero en este, como en muchos otros campos, se comete el error de atribuir alcance universal a lo que sucede en un ámbito muy limitado, el de los ricos y famosos.
En el mundo mucho más amplio de la gente común, la homosexualidad todavía se percibe como una enfermedad que debe curarse. Mejor si es en secreto, para evitar la manifestación de burlas, estigmas y otros efectos secundarios molestos.
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