Pelea en casa, marido violento expulsado – Pescara

PESCARA. Tenía señales de la lucha: rasguños en el cuerpo y un chichón en la cabeza. Sus ojos temblaban, perdidos en el vacío, probablemente pensando en otro ataque más dentro del hogar debido a los celos morbosos de su marido, quien no le había dado respiro desde hacía algún tiempo. Hasta el punto de que el domingo por la noche, alrededor de las 22 horas, la mujer cogió su teléfono móvil y salió corriendo a la calle, en el corazón de Fontanelle, encontrando el valor de denunciar todo a la policía. La providencial llamada telefónica y la llegada de dos patrullas del Escuadrón Volador hicieron el resto, permitiendo una rápida reconstrucción del asunto, que culminó con la medida cautelar de traslado de urgencia del domicilio familiar, dictada contra el violento.
Es otra historia de maltrato en el ámbito familiar, con una mujer de Pescara de 44 años que acaba en una espiral de violencia provocada por su marido de 48 años. El epílogo a última hora de la tarde del domingo, cuando, en el momento álgido de una agresión física cometida en casa, en un apartamento del barrio de Fontanelle donde también vive el hijo mayor de la pareja, la mujer logra escapar a la calle con los signos de la lucha todavía evidente y decide pedir ayuda a la policía por primera vez. La medida fue ordenada de urgencia por la policía, bajo órdenes del subcomisario Pierpaolo Varrassoprevia autorización del Ministerio Fiscal, considerando fundadas las razones que podrían haber dado lugar a la repetición de la conducta delictiva y, por tanto, con el objetivo de proteger a la víctima del familiar violento, tal como prevén las recientes disposiciones para la lucha contra la violencia de género.
La discusión en casa, otra más por motivos triviales relacionados principalmente con los celos obsesivos del hombre, desembocó en agresión física. La mujer, preocupada por su propia seguridad, aprovechó un momento de distracción de su marido y corrió hacia la puerta principal. Luego, una vez en la calle, cogió el teléfono y llamó al número de emergencias, poniendo en marcha así la máquina de rescate. Dos agentes de policía intervinieron en el lugar, en la zona de Fontanelle, cuyo personal localizó inmediatamente a la víctima del ataque y la encontró todavía profundamente conmocionada por lo que acababa de sufrir. A continuación, acompañaron al marido a la comisaría de policía donde, una vez finalizados los controles rituales, lo expulsaron de urgencia del domicilio familiar en espera de la validación del juez de instrucción.

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