“¿Bari? Hermoso…pero está sucio y hay algunas calles donde se huele un hedor nauseabundo.” Dos turistas que visitan la capital de Apulia dijeron a Borderline24. Tanta belleza, pero también tanta degradación que se esconde en las calles de la ciudad donde, basta ir más allá del centro, casi siempre adornado festivamente, para encontrar aceras sucias, residuos, vertederos a cielo abierto y malos olores.
Mientras los dos hablan de su experiencia en Bari, nosotros estamos, en particular, en la zona extramuros de Capruzzi. “Esta ciudad es maravillosa – explican – hay mar, hay gente guapa y la comida es excelente. Seguro que hemos cogido algunos kilos de más en unos días, pero es una auténtica lástima que en algunas calles, sobre todo en los días de calor, haya malos olores y tanta suciedad. No es así en todas partes, en otras ciudades europeas las calles alejadas del centro son tan bonitas como aquellas, si queremos decir más importantes”, destacan.
Pero no son los únicos que denuncian la suciedad y el deterioro de las calles de la ciudad. Los mismos ciudadanos han destacado varias veces los problemas relacionados con algunas zonas, como por ejemplo Via Dante que hacia el centro aparece “limpia y ordenada”, mientras que hacia el corazón del barrio Libertà se vuelve más sucia, con hedor a orina, heces de volátiles e incivilizados. No sólo Via Dante, muchas calles han sido “incriminadas” a lo largo de los años. Según algunos, se trata de un problema relacionado con la incivilidad de los ciudadanos, según otros, es un problema relacionado con la falta de una limpieza ordinaria.
“Nosotros hacemos nuestra parte – dijo un ciudadano – y yo también asumo la responsabilidad, pero no es sólo culpa nuestra. Hay algunas calles donde no se puede pisar, las aceras están empapadas de excrementos de paloma o son urinarios al aire libre, por no hablar de las calles donde los residuos permanecen durante meses o donde las cosas permanecen rotas o sucias durante mucho tiempo. El centro de la ciudad es bonito, menos mal, pero si te adentras más la situación empeora. La ciudad no es sólo de los turistas, sino de quienes viven en ella. Y en cualquier caso, para los turistas que entran en determinadas calles, no es un buen espectáculo”, concluye.
