Vino, Observatorio UniCredit: grandes cifras para la Toscana

Milán, 15 de abril de 2024 – 2023 será un año complejo para el sector vitivinícola, con una caída de las importaciones a nivel global ligada a razones tanto cíclicas como estructurales. A un exceso de compras por parte de los importadores, generado por temores de perturbaciones en las cadenas de suministro y aumentos de precios, se sumaron los efectos de la desaceleración económica y la disminución de la capacidad de gasto de los consumidores, presionados por fenómenos inflacionarios. Junto a estos impactos de carácter cíclico, se han hecho más evidentes los efectos de los cambios estructurales que desde hace tiempo afectan al consumo de vino: reducción de las compras de vino tinto, menor propensión al consumo por parte de las generaciones más jóvenes, mayor atención al contenido de alcohol y orientación de las preferencias. hacia vinos más ligeros y con menor contenido alcohólico.

En este escenario de alta complejidad y “desorden global”, la exportación de vino italiano en 2023 sufrió una ligera desaceleración de las ventas totales transfronterizas (menos del 1% tanto en valor como en volumen respecto a 2022), aunque esta reducción fue más intensa en en el caso de los vinos tranquilos (-3% en valor) y en los mercados norteamericanos. Por el contrario, la exportación de vinos espumosos logró un nuevo aumento del 3,3% en valor frente a una reducción en volúmenes del 2%.

En comparación con esta tendencia media del vino italiano, ¿cómo se comportaron los vinos de cada región? El Observatorio sobre la competitividad de las Regiones Vitivinícolas, creado por Nomisma Wine Monitor en colaboración con UniCredit, en esta edición de 2024 fotografió el desempeño de los vinos regionales, tanto en el mercado nacional como en el internacional, analizando su posicionamiento en la percepción de los consumidores italianos a través de una investigación original que permitió comprender la notoriedad, la reputación, los métodos y la frecuencia de consumo de los principales vinos italianos con DOP.

En cuanto a las exportaciones de 2023, en comparación con la evolución registrada por el vino italiano en su conjunto (-0,8% en valores), Toscana se confirma entre las tres primeras regiones en términos de valor de exportación (por más de 1,1 mil millones de euros), junto con el Véneto y el Piamonte. En conjunto representan más de dos tercios de las exportaciones nacionales, a pesar de una cifra inferior a la del año anterior.

Toscana ocupa el primer lugar en valor (197 millones de euros) entre las 10 principales regiones de origen de los vinos más vendidos en la gran distribución italiana; y en tercer lugar por volúmenes con 27,7 millones de litros.

Con casi 61 mil hectáreas, la región registró un aumento en la superficie destinada a viñedos del 5,4% entre 2013 y 2023; y ocupa el segundo lugar en Italia en extensión de viñedos orgánicos con más de 22 mil 800 hectáreas.

Además del marco de actuación, la edición 2024 del Observatorio se ha enriquecido con los resultados de una encuesta en la que participaron 1.000 consumidores de vino italiano, representativos de la población italiana por género, edad y residencia territorial. Los objetivos de la encuesta fueron, entre otros, la evaluación de la notoriedad de los vinos de las principales denominaciones entre los consumidores, la identificación de las regiones más apreciadas en la producción de vinos por tipo y la indicación del comportamiento de consumo a nivel territorial (frecuencia, canales de compra, etc.).

Una de las principales conclusiones de la encuesta se refiere a la percepción que tiene el consumidor italiano de las regiones a las que se asocian los vinos de mayor calidad. Destacan sobre todo Piamonte, Toscana y Véneto. En comparación con el trío líder, vale la pena subrayar que en el caso de los consumidores más jóvenes (Gen Z), el escalón más alto del podio lo ocupa la Toscana.

Si profundizamos en las categorías, Piamonte, Toscana y Véneto son también las regiones a las que se asocian los vinos tintos tranquilos de mayor calidad. Para los blancos, el podio lo componen -siempre en orden- Alto Adigio, Friuli Venecia Julia y Sicilia. En el caso de los rosados, Véneto, Toscana y Abruzos, mientras que en el caso de los espumosos, Véneto, Lombardía y Trentino son las regiones que, según los consumidores italianos, producen burbujas de mayor calidad.

Y es también en virtud de esta percepción que, en términos de notoriedad espontánea (y por tanto sin lista de vinos para elegir), las 3 primeras denominaciones que vienen a la mente de los consumidores son Chianti, Prosecco y Barolo. También es interesante el hecho de que sólo el 3% de los italianos no saben nombrar un vino con DOP.

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