“Siempre sigo a Palermo y Cagliari, aunque por la diferencia horaria no siempre puedo ver los partidos. Cagliari está dirigido por un gran entrenador y el vínculo entre el equipo y la escuadra es sin duda un valor añadido. Este aspecto también se puede ver en Palermo donde los aficionados acuden en gran número al estadio para apoyar al rosanero. Los apoyo y espero que ambos puedan lograr sus respectivos objetivos”.
“¿Mi única aparición en la selección nacional? Uno de los pocos arrepentimientos de mi carrera encontró su lugar en ese partido. A pesar de los pocos minutos jugados me hubiera gustado dar más y siento que podría haberlo hecho. Aquella tarde se cerraron de nuevo las puertas de un Mundial para nuestra selección y esta es una herida que permanecerá abierta para siempre”.
“¿Adiós a Cagliari? Como capitán de ese equipo sufrí mucho por el descenso y la decisión de irme. No era sólo mi voluntad, sino que el club también había tomado su decisión. En ese momento, siendo muy competitivo por naturaleza, decidí intentar competir en otro campeonato, viviendo la experiencia de jugar en un club para ganar el campeonato”.
