Permaneciendo viva, el libro de Valentina Barile sobre Colombia es un pequeño diccionario de resistencia

Permaneciendo viva, el libro de Valentina Barile sobre Colombia es un pequeño diccionario de resistencia
Permaneciendo viva, el libro de Valentina Barile sobre Colombia es un pequeño diccionario de resistencia

“Poded sentir siempre en lo más profundo de vosotros cada injusticia cometida contra cualquier persona en cualquier parte del mundo”, pensé en esta frase de Che Guevara cuando conocí al periodista Valentina Barileen la librería con Quedarse vivopublicado por la recién formada y luchadora editorial Wudz.

Un “pequeño diccionario de resistencia”, como dice el subtítulo, que no por casualidad cuenta con la premisa de Aleida Guevara March, primera hija del Che, quien se pregunta sobre el libro: “¿Sabrás ser?” sensible ¿Afrontar la dura verdad que se cuenta en estas páginas? Eso espero”. Esto se debe a que “Permanecer vivo” nos obliga a mantener la mirada precisamente donde no queremos mirar y lo hace con la fuerza de una escritura. seco que sabe hablar del sufrimiento sin caer jamás en la desesperación.

El libro es un viaje al “corredor de la droga”, una franja de tierra en Colombia donde agricultores, feministas, chamanes, narcotraficantes y guerrilleros llevan sesenta años en guerra. Una guerra que tiene millones de muertos y millones de desaparecido. Y como dice la propia Barile, en el prólogo del libro, lo que queda de este viaje es el pervivenciapalabra que reúne a mujeres y hombres que “viven luchando por sí mismos y por los demás, en silencio o en voz alta, contra el Estado, la guerrilla y el narcotráfico”.

Una palabra que representa la determinación no acostumbrarnos a las injusticias, en un país donde la gente muere sin siquiera saber por qué, pero donde hay hombres que luchan cada día por mantener viva la memoria de quienes ya no están pidiendo verdad y justicia. La misma verdad y la misma justicia que piden Mario Paciola, encontrado muerto en Colombia el 10 de julio de 2020, donde trabajaba para la ONU para hacer cumplir los acuerdos de paz entre el gobierno y la guerrilla de las FARC. Un caso que parece interesar más a los colombianos que a los italianos, ante la nueva solicitud de archivar del caso por la fiscalía de Roma.

Una palabra quizás resume el significado de esta obra: pervivencia.

Los seres vivos que conocí en Colombia son todos dioses. pervivientesy digo seres vivos porque quienes resisten los conflictos armados y el tráfico ilegal no son sólo los humanos, sino también los animales, los árboles y todos los seres vivos: los nativos trasladados por la fuerza, privados de sus territorios, delicado, venta de animales salvajes junto con madera de contrabando, oro, coltán y minería en general. El sentido de pervivencia, que abarca la lucha política y social de resistencia llevado a cabo por comunidades enteras, también involucra a seres no vivos.

El último capítulo del libro está dedicado a Mario Paciolla, ¿qué opinas de la nueva petición de archivo?

Creo que detrás del asesinato de Mario Paciolla en Colombia hay dinámicas, elecciones, acciones que lamentablemente se implementaron porque su trabajo fue efectivo pero políticamente explotado, y la ONU, organización creada para construir la paz entre los países y pueblos del mundo, con el paso del tiempo ha perdido evidente y prácticamente su misión inicial. la ONU no protegió Mario del macabro tablero de ajedrez en el que se encontraba sin quizás darse cuenta, o mejor dicho, había empezado a entenderlo muy bien unos meses antes y más aún en la última angustiosa semana que vivió antes de que su cuerpo fuera encontrado sin vida.

No sabemos si fue la organización la que le metió en problemas, como afirma Julieta Duque, el periodista colombiano que investiga su asesinato, o si la propia organización aún no logró protegerlo de algo o alguien. En resumen, la ONU tiene algo que ver con esto. Está todo demasiado claro. Y el hecho de que en Italia la fiscalía de Roma haya decidido por segunda vez desestimar el caso después de poco más de seis meses de haber solicitado de nuevo su reapertura es verdaderamente surrealistapero sobretodo desalentador porque es un caso internacional que debe ser tratado ante todo con seriedad profesional.

¿Qué es lo que más extrañas de esos lugares y esas personas?

Los lugares y la gente. La armonía que existe entre los seres vivos. La atención, el cariño, el sentimiento. Tiempo que parece ampliarse porque adaptarse a lo inesperado se vuelve fundamental. No es posible respetar planes de trabajo, reuniones, citas, entregas porque no sabemos si es posible o no llegar a un pueblo o a una ciudad en los horarios preestablecidos, programados, por infinitas y variadas razones que pueden ser meteorológicas, de seguridad, diplomáticas. entre la sociedad civil, las instituciones y los grupos armados. Ese permanecer vivo a pesar del dolor, esa esperanza que anida en la palabra pervivencia, que explica muy claramente Aleida Guevara March, en el prefacio.

¿Qué aprendiste de este viaje y qué crees que le dejó a esta gente?

Quienes se dedican a escribir tienen una tarea muy importante, que es dejar de lado la propia personalidad y convertirse en la mitad a través del cual transmitir la realidad que observa, lo que sucede ante sus ojos o lo que buscan su mirada y sus piernas. Como periodista creo que dejé en sus corazones la esperanza de que su dolor fuera compartido a kilómetros y kilómetros de distancia; Esto es lo único que puedo hacer, lamentablemente. Que el dolor dijo y el rescate y la justicia que esperan puede llegar al otro lado del océano y llegar a esa sociedad occidental que aún está tan lejana, a pesar de las redes sociales y la ciudadanía global activa.

Lo que tengo el privilegio de atesorar en cambio es la gracia y la gracia. enseñanzas que me brindaron y que aprendí de las personas que conocí y que me guiaron durante el camino.

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