KAZUO ODACHI, RECUERDOS DE UN KAMIKAZE (GARZANTI, PP. 300, EURO 22) Kazuo Odachi, piloto kamikaze al servicio de la aviación de la Armada Imperial Japonesa, sobrevivió a las ocho misiones a las que estaba destinado. Después del final de la Segunda Guerra Mundial, comenzó una carrera en la policía de Tokio. En este libro, publicado en Italia por Garzanti y traducido por Motoko Tanaka, recorre ese período.
El volumen, cuya primera edición original data de 2016, es el relato de una serie de entrevistas que Odachi concedió, entre 2014 y 2016, al exfiscal Shigeru Ota y al experiodista Hiroyoshi Nishijima, ambos coautores del ensayo.
Kazuo Odachi se alistó en el 43, a la edad de dieciséis años. Un año después es asignado al Cuerpo de Ataque Especial Kamikaze, aviadores cuya misión es sacrificar sus vidas estrellando su avión contra barcos enemigos. Odachi recuerda las dificultades del entrenamiento, la expectativa consciente de la muerte, el trauma. “Cuando descendía a máxima velocidad, el caza no podía aguantar y corría el riesgo de desintegrarse en vuelo”, afirma y explica que cuando el avión inició el ascenso, su cuerpo y su cabeza quedaron aplastados contra el asiento y su rostro quedó deformado por la presión: “Tuve la impresión de que mis párpados iban cambiando poco a poco de color, pasando del amarillo al violeta y finalmente al negro, y sentí que estaba a punto de desmayarme”. Las simulaciones de combate duraron cinco o seis minutos” y todo el ejercicio duró entre veinticinco y treinta minutos en total, pero fue agotador. Durante ese tipo de entrenamiento, algunos pilotos, al no lograr levantar la palanca de control, terminaron estrellándose contra el suelo. contra una montaña o cualquier otro lugar”, dice Odachi.
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