Mugello: Bruno Confortini – Giuliano Paladini, pintor (y no sólo)

Giuliano Paladini © NN

Recibí como regalo de mi amigo Giuliano Paladini un volumen de peso en el que recogía su historia como pintor. Impreso por Studio Noferini de Borgo San Lorenzo, el volumen lleva este título. “Giuliano Paladini. Una historia de 50 años. Una colección de los años que marcaron mi vida como pintora”. Paladini es demasiado conocido y ha recibido muchas críticas en los últimos años como para decir algo nuevo sobre él y su pintura. Me centraré brevemente en lo que tiene de especial esta hermosa colección de imágenes de sus pinturas y en la relectura de ciertos artículos sobre su arte aparecidos en la prensa local y en otros lugares (artículos de Aldo Giovannini, Fabrizio Scheggi, Paolo Marini, Lanfranco Villani y otros, incluyéndome a mí).

Giuliano Paladini es, entre el gran grupo de buenos pintores de Mugello, quien más que otros ha plasmado en el lienzo el campo de Mugello que ya no existe, con sus viejos agricultores, los pobres medios de trabajo, las épocas de cosecha, la cosecha, las castañas. , la siembra, las uvas, los inevitables pavos, los establos, las majestuosas vacas.

Un “pintor arqueológico”, por tanto, en el hilo de la memoria y de sus recuerdos, el que proviene de una familia campesina. Por tanto no sólo un buen y sensible paisajista (y no sólo de Mugello, sino de todos los lugares que ha visitado, siempre acompañado de su paleta). Este volumen lo demuestra ampliamente, desde el principio hasta el día de hoy.

Pero hay otro aspecto que destacar de la larga actividad artística de Paladini.

Giuliano nunca fue sólo un pintor. Para él, la pintura siempre ha sido un medio para salir, literal y simbólicamente, para encontrar otras personas, otras artes, crear conexiones, hacer networking. No es el pintor encerrado en su estudio, encerrado en su arte. Es un gran organizador y promotor de ideas, de socializador de oportunidades artísticas. Concejal de cultura… sin serlo.

El ejemplo más llamativo – que encuentra espacio en el volumen en cuestión – es el activismo inagotable dentro de la “Associazione Dalle Terre di Giotto e dell’Angelico” que desde hace años hace de la Casa Giotto en Vespignano un lugar muy activo y colaborador, abierto a todos los artes, no sólo pintura. Y lo convirtió en un verdadero jardín de la Casa, quizás el jardín más bello de Mugello, utilizable, visitable, público. Esta generosidad de Paladini, que se manifiesta de diversas maneras y que va más allá de su buen pintor, creo que es un rasgo de sus cincuenta años de actividad que conviene destacar.

El volumen de Paladini habla de 50 años dedicados a pintar, organizar, promover y socializar. Deseamos a Giuliano, su amigo el pintor, otros 50 años así.

(El volumen no está en el mercado, quien desee una copia puede contactar directamente con el autor)

Bruno Confortini

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