Intento de extorsión, intimidación o venganza relacionada con un conflicto comercial: estos podrían ser, según los investigadores rusos, los motivos del repentino secuestro de un directivo italiano en Moscú. Stefano Guidotti, retenido como rehén unas 36 horas antes de ser liberado por la policía. Guidotti, de 56 años, que según el comité de investigación también tiene ciudadanía rusa, fue atacado el viernes en el centro de la capital, en la avenida Sadovaya-Triumfalnaya, y empujado hacia un coche que se alejaba. Los secuestradores, nuevamente según los investigadores, eran cuatro hombres de entre 21 y 36 años. La televisión Ren informa que se trata de tres rusos y un ciudadano uzbeko. Guidotti fue esposado y encapuchado y transportado a la región de Bryansk, fronteriza con Ucrania, a unos 400 kilómetros al suroeste de la capital. Allí estuvo retenido durante unas 24 horas en una casa del distrito de Novostroika, antes de ser liberado por intervención de los agentes. La embajada italiana anunció que el compatriota no sufrió daños físicos.
La policía rusa difundió un vídeo de los momentos de la liberación. En las imágenes, publicadas por el diario RBC, se puede ver a los agentes entrando a una casa por una ventana, mientras uno de los secuestradores yace boca abajo en el suelo y esposado a la espalda en el jardín. Más tarde se muestra a otros dos hombres dentro de la casa, en la misma posición. Finalmente vemos el momento en el que los policías ingresan a la habitación donde se encuentra el secuestrado, acostado en una cama, con la muñeca derecha esposada a un mueble y vistiendo una camiseta negra. “Somos la policía, todo está bien”, dice una voz. En ese momento Guidotti, que había levantado la cabeza, la deja caer, con un claro gesto de alivio.
