Los empleados del Papa en rebelión, la denuncia por “discriminación” en los Museos Vaticanos: “Obligados a reembolsar también los salarios del Covid”

Los empleados del Papa en rebelión, la denuncia por “discriminación” en los Museos Vaticanos: “Obligados a reembolsar también los salarios del Covid”
Los empleados del Papa en rebelión, la denuncia por “discriminación” en los Museos Vaticanos: “Obligados a reembolsar también los salarios del Covid”

La Gobernación del Vaticano tiene un mes para evitar que las reclamaciones de 49 empleados de los Museos Vaticanos acaben en los tribunales. Lo que se le ha confiado a la abogada Laura Sgrò podría convertirse en la primera demanda colectiva histórica dentro de los muros del Vaticano. Es más, contra el ejecutivo de la Santa Sede, encabezado por el cardenal Fernando Vergéz Alzaga. Según informa el Corriere della Sera, los empleados del Vaticano le escribieron: «Reverendísima Eminencia, las condiciones de trabajo perjudican la dignidad y la salud de cada trabajador. Es evidente la mala gestión, que sería aún más grave si fuera resultado de la única lógica de obtener mayores ganancias”.

La enfermedad como si estuviera bajo arresto domiciliario.

Las reclamaciones afectan actualmente a 49 de un total de 700 empleados de los Museos Vaticanos. Entre ellos 47 conserjes, un restaurador y un empleado de la librería. Las acusaciones de los trabajadores parecen serias y también plantean muchas dudas sobre la seguridad general del museo. Según las afirmaciones de los 49, algunos derechos laborales ampliamente reconocidos en gran parte de Occidente no estarían garantizados en el Vaticano. Por ejemplo, en caso de enfermedad, no existen franjas horarias de control. Y, por tanto, el trabajador estaría obligado a permanecer encerrado en su domicilio: «Cuando un trabajador está enfermo, esto se convierte en una verdadera obligación de quedarse», se lee en el documento enviado por el abogado Sgrò al cardenal Verzeg Alzaga. Y por eso no faltan los casos de quejas porque el trabajador enfermo estaba en el médico.

Con el tiempo

También existen lagunas regulatorias en materia de horas extras, con presuntos abusos por parte del empleador, es decir, el Vaticano. Los 49 empleados recuerdan que, con el Rescripto «Ex Audentia SS.mi» del 28 de agosto de 2015, las horas extraordinarias ahora se pagan menos que el trabajo ordinario. «Después de pasar seis horas de pie, debes seguir trabajando y recibir un salario más bajo. Y el empresario – insisten los empleados – abusa de esta herramienta.”

Discriminación para los cuidadores

Sin mencionar la ausencia de criterios para asignar niveles y clases de mérito vinculados a la antigüedad. A este respecto, los 49 lanzan duras acusaciones de discriminación y favoritismo. Las tomas serían «patrimonio absoluto del empresario – escriben – que las utiliza como le place. Reina una discriminación absoluta, un perpetuo estado de caos”. Aún mayor es la sospecha de que los cuidadores serían penalizados. Cuando es necesario evaluar a un trabajador, la sospecha es que “influye negativamente el hecho de que el trabajador cuide a un familiar que padece una enfermedad grave y grave… Quien cuida a sus familiares enfermos está penalizado”.

Los problemas con Covid

Hasta que llegó la pandemia de Covid, el Vaticano nunca había sentido la necesidad de establecer redes de seguridad social. De hecho, los trabajadores explican que “no existe un fondo de despido, no existen medidas de apoyo a los ingresos en caso de crisis o fases de desempleo total”. La decisión del Papa Francisco de congelar los aumentos de antigüedad para el bienio 2021-2023 ya había hecho que los trabajadores del Vaticano se burlaran. La ducha fría, sin embargo, llegó cuando, en octubre de 2021, la dirección del museo emitió un “Aviso de deuda de horas” para quienes se habían quedado forzosamente en casa durante la pandemia. Estos se encontraron con una cantidad de horas negativa. Y así la empresa fue recuperando paulatinamente los salarios de aquel período hasta el último céntimo.

La seguridad en riesgo en los Museos Vaticanos

Las cosas no van mejor en términos de seguridad para los trabajadores de los Museos Vaticanos. Estos no recibirán ninguna compensación “por riesgos sanitarios, biológicos y físicos”, a pesar de la avalancha de visitantes con los que entran en contacto cada día. Una cifra que suele alcanzar los 35 mil por día, a pesar de que «el límite máximo de entrada es de 24 mil por día. Ya de por sí es una enormidad comparada con las posibilidades.” Y luego están las informaciones sobre las distintas salidas de emergencia que están inutilizables, las numerosas habitaciones sin aire acondicionado en las que las enfermedades son habituales. Con los cuidadores encargados de los primeros auxilios. Los trabajadores se quejan entonces de la falta de presencia de los gendarmes. Sólo habría uno en la entrada, mientras que en el interior los custodios corren a menudo el riesgo de ser atacados por “visitantes molestos”.

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