Trump en ropa interior, Stormy Daniels y sexo con el expresidente: “Qué vergüenza…”

Trump en ropa interior, Stormy Daniels y sexo con el expresidente: “Qué vergüenza…”
Trump en ropa interior, Stormy Daniels y sexo con el expresidente: “Qué vergüenza…”

“Le dije a algunas personas que tuve relaciones sexuales porque me daba vergüenza no haberlo dejado”. Stormy Daniels, la estrella porno a la que Donald Trump supuestamente pagó dinero a cambio de silencio sobre la relación extramatrimonial, comparece ante un tribunal de Nueva York para declarar sobre la relación con el expresidente de Estados Unidos. La línea del juez es evitar detalles sangrientos y detalles candentes: misión parcialmente cumplida. A las preguntas de los abogados del expresidente, él responde sin dudar: ¿Es justo decir que odias al presidente Trump? “Sí”. ¿Quieres que vaya a prisión? “Quiere que responda por sus acciones”.

La reconstrucción

Comienza desde el inicio de la relación y el encuentro en 2006 en un torneo de golf en Lake Tahoe. “Era tan mayor como mi padre, o más”.dice la actriz. “Fue un encuentro breve”, añade Daniels, que entonces tenía 27 años y todavía trabajaba en una empresa que produce películas para adultos.

Vestida de oscuro, la mujer que protagoniza el primer proceso penal contra un ex presidente parece nerviosa, hasta el punto de que varias veces el fiscal que le pregunta tiene que pedir hablar más despacio.

Todo lo que sabía sobre Trump entonces era que jugaba golf y que presentaba un reality show, “Celebrity Apprentice”, que ella “nunca había visto”. Se muestra al jurado la famosa fotografía que muestra a Trump y Daniels juntos durante su reunión.

La declaración pasa luego al encuentro íntimo en el hotel. “¿Sabe el señor Hefner que le robó el pijama?”, las palabras con las que Daniels se burló de Donald Trump, en referencia al mecenas de Playboy famoso por sus pijamas y batas de seda, cuando el magnate la recibió en la suite del hotel. hotel, donde la había invitado a cenar. Daniels le pidió a Trump que fuera a cambiarse, lo cual el magnate hizo y volvió a ponerse los pantalones y la camisa.

Trump le hizo preguntas sobre cómo creció, cómo comenzó a trabajar en la industria del cine para adultos, pasando de ser actriz a directora. “Me recuerdas a mi hija, es hermosa e inteligente y además la gente la subestima”, le dijo Trump, refiriéndose a Ivanka.

En cierto momento -según cuenta Daniels- también se habló de Melania Trump, con quien el magnate se había casado el año anterior y que en ese momento estaba embarazada. Al mirar las fotos, Daniels dijo que era muy hermosa, mientras que Trump afirmó: “Ni siquiera dormimos en la misma habitación”.

“Le dije a mucha gente que fui a su habitación para conocerlo, pero sólo a algunos amigos cercanos le conté la parte del sexo”, dice la mujer, reconstruyendo el encuentro sexual, mientras Trump sigue mirando al frente, con el ceño fruncido y consultando. de vez en cuando con sus abogados.

Daniels cuenta que, después de cenar, entró al baño y al salir encontró a Trump “en la cama, en camiseta y boxers”. “Sentí que se me helaba la sangrepensé ‘Dios mío, cómo no iba a entender algo así'”, dice la mujer, explicando que las intenciones de Trump “eran bastante claras”.

Daniels intentó decir que quería irse, pero “se levantó y se interpuso entre la puerta y yo, no de forma amenazadora”, añade, subrayando sin embargo que “había una situación de desequilibrio de poder, él era más grande y me bloqueó el paso, me sentí amenazada – repite – ni verbal ni físicamente”.

La mujer no recuerda bien lo que pasó después: “Lo que recuerdo es que estaba en la cama”, sin ropa ni zapatos, en “posición de misionero”. Una vez finalizado el reportaje, “salí lo más rápido posible, fue muy difícil ponerme los zapatos porque me temblaban las manos”.

Dinero

La línea de la declaración corre el riesgo de eclipsar la verdadera historia judicial, es decir, el dinero que la mujer recibió para guardar silencio. “No me importaba cuán grande fuera la cantidad”, dice, explicando que aceptó los 130.000 dólares ofrecidos por Trump. y por su entonces abogado Michael Cohen, no porque necesitara el dinero, describiendo su situación en ese momento como “la mejor que he tenido”, sino porque quería cerrar la situación.

“Estaban interesados ​​en pagar por la historia, y eso fue lo mejor que pudo haber pasado porque así habría estado a salvo y la historia no habría salido a la luz”, dice, admitiendo, sin embargo, que al principio, después Durante la candidatura de Trump en 2015, su publicista, Gina Rodríguez, había intentado vender la historia de su encuentro sexual con Donald.

Pero después de que en octubre de 2016 estallara el escándalo provocado por la publicación de la famosa “cinta de Access Hollywood”, una toma fuera del aire de un programa de televisión en la que se escucha a Trump hablar en términos vulgares y ofensivos sobre su forma de abordar a las mujeres, Daniels se enteró del interés de Trump en pagar por su historia a cambio de un acuerdo de confidencialidad.

También la empujó a esta decisión el recuerdo de las amenazas que recibió de un hombre que se le había acercado mientras estaba con su pequeña hija en Las Vegas en 2011, después de que ella ya hubiera intentado vender la historia por primera vez.

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