Meses de incesantes bombardeos de artillería rusa han devastado la estratégica ciudad de Khasiv Yar, en el este de Ucrania. Esto es lo que muestran las imágenes de drones obtenidas por Associated Press, de las que se desprende que apenas un edificio quedó intacto. Casas y oficinas municipales están carbonizadas en una ciudad que alguna vez tuvo una población de 12.000 habitantes y ahora está prácticamente abandonada. Chasiv Yar, inmerso en campos y bosques verdes, parece surgir de una visión apocalíptica. La destrucción se asemeja a la de las ciudades de Bakhmut y Avdiivka, que Ucrania entregó después de meses de bombardeos y enormes pérdidas para ambos lados. La ciudad, de importancia estratégica, lleva meses bajo ataque de las fuerzas rusas. Capturarla le daría a Rusia el control de una colina desde la cual atacar otras ciudades que forman la columna vertebral de las defensas orientales de Ucrania. Eso prepararía el escenario para una ofensiva rusa potencialmente mayor que, según funcionarios ucranianos, podría ocurrir tan pronto como este mes.
Rusia lanzó oleadas de ataques a pie y con vehículos blindados contra las tropas ucranianas superadas en número en Khasiv Yar, que se encontraban desesperadamente escasas de municiones mientras esperaban que Estados Unidos y otros aliados enviaran nuevos suministros. Filas de bloques de apartamentos de mediana altura en Chasiv Yar quedaron ennegrecidos por las explosiones, perforados por agujeros o reducidos a montones de madera y mampostería. Casas y edificios civiles resultan gravemente dañados. La cúpula dorada de una iglesia permaneció intacta, pero el edificio parece gravemente dañado. En las imágenes filmadas el lunes y obtenidas exclusivamente por AP no se ve a soldados ni civiles, aparte de un hombre solitario caminando en medio de una calle entre estructuras destruidas.
El gobernador regional Vadym Filashkin dijo a la televisión ucraniana el miércoles que 682 residentes resistieron en Khasiv Yar y vivían en “condiciones muy difíciles”. La ciudad tenía una población de antes de la guerra de más de 12.500 habitantes. Filashkin dijo que los que se quedaron han estado sin agua corriente ni electricidad durante más de un año, y que es “cada vez más difícil” que la ayuda humanitaria les llegue. La destrucción pone de relieve las tácticas de tierra arrasada adoptadas por Rusia durante más de dos años de guerra, mientras sus tropas han matado y desplazado a miles de civiles. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, reconoció el lunes que el retraso en la entrega de ayuda militar a Ucrania por parte de los aliados ha dejado al país a merced de las fuerzas más grandes y mejor equipadas del Kremlin.
