Un edificio residencial y de oficinas perfectamente sostenible en Oslo — idealista/noticias

Un edificio residencial y de oficinas perfectamente sostenible en Oslo — idealista/noticias
Un edificio residencial y de oficinas perfectamente sostenible en Oslo — idealista/noticias

Uno de los aspectos más importantes de la arquitectura actual es la desafío y el buscar oportunidades Para Resolver aspectos regulatorios de una forma nueva y no convencional.. Para lograr este objetivo, los estudios de arquitectura desarrollan proyectos basados ​​en sostenibilidad y en eleficiencia energética, sin perder de vista el valor estético y funcional de los edificios. En los países nórdicos han entendido perfectamente este concepto, creando edificios estructuralmente audaces, sostenibles y eficientes. Un ejemplo de ello se encuentra en Oslo (Noruega), con el proyecto Nydalen vertical.

Sostenibilidad y eficiencia energética

yoEdificio vertical Nydalenubicado en la capital noruega, Oslo, fue diseñado por el estudio de arquitectura local Snøhetta y representa uninnovación en diseño sostenible y eficiencia energética. Ubicado estratégicamente cerca del río Akerselva, en el barrio de Nydalen, el proyecto consta de dos torres de esquina diseñado para favorecer la circulación del aire, proporcionando ventilación natural para minimizar el consumo energético y ofreciendo además una vista panorámica del entorno.

Las fachadas de las esquinas de los edificios están diseñadas para crear diferencias de presión que permitan la circulación del aire. Por tanto, el aire “entra a través de válvulas en la fachada, que se abren y cierran según sea necesario. Cuando se abren dos ventanas en lados diferentes del edificio, la diferencia de presión obliga al aire a moverse por la habitación”, explica el estudio Snøhetta.

Además de ventilación naturalel edificio adquiere energía de pozos geotérmicos, paneles fotovoltaicos y de un Sistema de bajo consumo para calefacción, refrigeración y ventilación.. Por todo ello hablamos de un “solución triple cero”, por su nulo consumo energético, lo que convierte al edificio en un ejemplo de sostenibilidad.

Este sistema se consigue dejando el núcleo de hormigón del edificio ampliamente expuesto, lo que permite la circulación del agua procedente de pozos geológicos atravesando los muros de arcilla y losas de hormigón según se requiera calefacción o refrigeración. Así, “el calor absorbido por los muros de hormigón durante el día se libera durante la noche y ayuda a estabilizar la temperatura del edificio. A esto se suman los paneles fotovoltaicos del tejado, que alimentan la bomba de calor que controla el sistema de calefacción y refrigeración”. , explican desde el estudio.

Por otro lado, se espera que se monitoree cuidadosamente la calidad del aire y el confort térmico dentro del edificio, ofreciendo ventilación programada que permitirá una regulación para asegurar el bienestar de los ocupantes.

Ligereza y espacios públicos

el edificio es alto 18 pisos. A nivel de calle cuenta con restaurantes, oficinas en los cinco pisos superiores y departamentos en los últimos pisos de la torre más alta.

Para conseguir determinadas líneas de visión y una mayor luminosidad, el edificio “se divide en dos volúmenes de diferentes alturas, de los cuales sólo una parte aprovecha el máximo potencial del lote de 18 plantas”. Los balcones esquineros de acero, revestidos de pino, añaden un toque de dinamismo a la fachada y proporcionan espacios al aire libre para residentes y trabajadores.

El proyecto también priorizó la creación de una “nueva plaza” pública acogedora alrededor del edificio, con el objetivo de crear espacios soleados y caminos para fomentar la interacción social y la actividad al aire libre.

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