Rusia vuelve al asalto a Odessa. Dos personas murieron en un ataque con misiles rusos contra la ciudad del sur de Ucrania. «El ataque con misiles rusos provocó la muerte de dos personas. Otras ocho personas resultaron heridas, entre ellas un niño de 12 años”, anunció el gobernador Oleg Kiper en Telegram. Según algunas fuentes, el ataque se llevó a cabo con misiles Iskander.
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En las mismas horas del ataque, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, se reunió con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en Kiev, pensando en la cumbre de la Alianza prevista para julio en Washington: «Podría convertirse en un momento de fuerza para la Alianza, o no. Aquí se decidirá si un enemigo de la Alianza podrá prohibir el fortalecimiento de la OTAN”. Ucrania, instó el número uno ucraniano, “merece ser invitada a la OTAN”. “Lo merecemos por nuestra fuerza, nuestra defensa de los valores comunes y nuestra importancia para el futuro de toda la comunidad euroatlántica”, insistió Zelensky en declaraciones difundidas por la presidencia. Junto a Zelensky, Stoltenberg reconoció que “el lugar adecuado para Ucrania es la OTAN”, pero también subrayó que para que el país se convierta en miembro de la alianza “todos los aliados deben ponerse de acuerdo” y dijo que no espera “alcanzar este acuerdo por la cumbre de julio». La membresía parece una utopía.
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