Las fuerzas militares de Israel se retiraron del hospital de Al Shifa en Gaza dos semanas después del inicio de la operación contra el complejo, la segunda tras la primera intervención el pasado mes de noviembre. El primer ministro Benjamín Netanyahu calificó de gran éxito la operación contra el hospital, el principal de la Franja de Gaza, en la que, gracias a incursiones “precisas y quirúrgicas”, 200 “terroristas” fueron asesinados y cientos se vieron obligados a rendirse. Israel afirma que después de la primera intervención contra el hospital, un mes después de iniciada la guerra, Hamás reubicó puestos de mando y bases para luchar en la zona. En particular, según fuentes israelíes, se habían organizado posiciones terroristas palestinas en la sala de urgencias y en el departamento de obstetricia.
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Según Tel Aviv, la Jihad Islámica Palestina también había establecido un cuartel general en la zona. El ejército del Estado judío informó sobre combates cuerpo a cuerpo y acusó a Hamás de causar la destrucción de parte del hospital, afirmando que varios milicianos se habían atrincherado en las salas de las instalaciones mientras que otros lo atacaban con fuego de mortero. Durante las distintas redadas, también fueron arrestados 900 sospechosos, incluidos más de 500 presuntos milicianos de Hamás y de la Jihad Islámica Palestina. Se incautaron más de 3 millones de dólares en armas y dinero en efectivo. La estructura, según anunció el Ministerio de Sanidad gestionado por Hamás, ha sufrido numerosos daños hasta el punto de que está “en ruinas”.
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