(AFP)
El 28 de marzo, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya ordenó a Israel garantizar el acceso irrestricto a la ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, amenazada por una grave hambruna, mientras continúa sin cesar la ofensiva militar israelí.
“Israel debe garantizar sin demora la prestación a gran escala de servicios básicos y asistencia humanitaria que los habitantes de la Franja de Gaza necesitan desesperadamente”, dictaminó el tribunal de la ONU.
Durante la noche, Hamás acogió con agrado la decisión del CIG y pidió su “implementación inmediata”.
En enero, tras un recurso presentado por Sudáfrica, la CIG ordenó a Israel que hiciera todo lo posible para impedir un “genocidio” en territorio palestino.
“No hay otro lugar en el mundo donde tanta gente se enfrente a una hambruna inminente”, afirmó el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas en la red social X.
El 28 de marzo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reiteró, ignorando la fuerte preocupación de la comunidad internacional, que quería lanzar una ofensiva terrestre en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, donde viven hacinados casi 1,5 millones de palestinos, en su mayoría desplazado.
“Controlamos el norte de la Franja de Gaza y la ciudad de Khan Yunis en el sur y ahora nos estamos preparando para entrar en Rafah”, dijo a las familias de los soldados retenidos como rehenes en el territorio palestino.
Estados Unidos, el principal aliado de Israel, invitó a una delegación israelí a Washington para discutir estos planes.
Pero el gobierno israelí, furioso por la abstención de Washington en una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que pedía una tregua inmediata en la Franja de Gaza, canceló la visita.
Luego, Israel hizo saber que estaba dispuesto a fijar una nueva fecha para la reunión de Rafah, dijo la Casa Blanca.
Según las autoridades de Hamás, la ofensiva israelí en la Franja de Gaza ha causado hasta el momento la muerte de 32.623 personas. El ataque de Hamás en territorio israelí el 7 de octubre causó alrededor de 1.160 víctimas en Israel, según un recuento de la AFP basado en los últimos datos israelíes disponibles.
Mientras tanto, al menos 42 personas, entre ellas soldados sirios y combatientes del grupo libanés Hezbolá, murieron el 29 de marzo en ataques aéreos realizados por Israel en la región de Alepo, en el norte de Siria, según un balance facilitado por la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos. .
Según la ONG, los ataques tuvieron como objetivo algunos depósitos de armas del grupo libanés proiraní.
