Valldemossa, el pueblo mallorquín escenario de la película Pan de limón con semillas de amapola

Valldemossa, el pueblo mallorquín escenario de la película Pan de limón con semillas de amapola
Valldemossa, el pueblo mallorquín escenario de la película Pan de limón con semillas de amapola

Una historia de amistad exclusivamente femenina, entre secretos familiares inconfesables y el coraje de hacer realidad tus sueños. La trama de la película española “Pan de Limón con Semillas de Amapola” es una que deja huella. Anna y Marina son hermanas pero no se ven desde hace 14 años, desde que una pelea familiar interrumpió su relación. Anna siempre ha vivido en la isla, mientras que Marina, que fue enviada a estudiar al extranjero cuando sólo tenía catorce años, ahora trabaja como ginecóloga para una organización humanitaria que opera en África. Después de mucho tiempo, sin embargo, sienten gran sorpresa y placer encontrarse frente a la puerta del molino que les dejó un donante desconocido. No un molino cualquiera, sino el horno central de su pueblo de origen, lugar de encuentro de toda la comunidad. Al fondo se ve la isla de Mallorca, perla de Baleares, y el encantador pueblo de Valldemossa.

El pueblo del “Pan de limón con semillas de amapola”

Los dos protagonistas se encuentran en su ciudad natal, un encantador pueblo en el interior inmediato de Palma de Mallorca. en la tranquilidad de Sierra de Tramontana, entre colinas cubiertas de espesa vegetación, Valldemossa es una visita obligada para cualquiera que visite la isla, a pocos kilómetros de la costa norte de Mallorca. Se trata de un auténtico pueblo rural de aproximadamente dos mil habitantes, donde perderse entre las callejuelas y las casas de piedra de colores ocres adornadas con flores. El pueblo es bastante turístico y el centro histórico es una sucesión de cafeterías y tiendas de souvenirs. Entre las callejuelas más escondidas, sin embargo, se esconde la verdadera esencia de Valldemossa, con los antiguos lavaderos, los pequeños talleres de los artistas y, escondidos entre las casas, espectaculares patios. El origen del pueblo sería árabe. Según la leyenda, fue un noble sarraceno llamado Mussa quien la fundó, dándole el nombre de “Vall d’en Mussa”, que más tarde pasó a ser Valldemossa. Así lo demuestra la increíble cantidad de patios en casas como las de los riads del norte de África.

Qué ver en Valldemossa

A pesar de ser un pueblo pequeño, hay muchas cosas que hacer en Valldemosa. Empezando desde Cartuja, palacio construido en 1309. En 1399 pasó a manos de los cartujos y posteriormente fue privatizado tras la Desamortización de Mendizábal (expropiación de bienes eclesiásticos). Se puede visitar el claustro, una de las partes más antiguas de los edificios actuales, la antigua farmacia cartuja, el jardín y las dependencias de la celda del Prior. En el interior del complejo también se encuentra una importante colección de objetos personales del músico, manuscritos y partituras. Federico Chopin y el escritor George Arena. Aquí, de hecho, Chopin compuso los Preludios Op 28 y Sand escribió “Un invierno en Mallorca”. Desde 1930, en agosto se organiza en la Certosa el Festival Chopin de Valdemossa.

tambien es hermoso Palacio Rey Sancho, un espléndido palacio del siglo XIII con un hermoso patio entero construido por el rey Jaime II de Mallorca para que su hijo y heredero al trono Sancho pudiera encontrar alivio del asma que le aquejaba. Una excursión realmente inesperada en un pueblo tan pequeño. Y luego está el puerto. Pues sí, aunque el pueblo está situado sobre una colina, como muchos pueblos de la Sierra de Tramuntana también tiene acceso al mar. El Port de Valldemossa se encuentra a pocos kilómetros del centro del pueblo. Se puede llegar en coche, tras unos 20 minutos de curvas muy cerradas que ponen los pelos de punta. Una vez llegues a la costa, podrás acercarte al mar en Sa Marina di Valldemossa, rodeada de montañas, barcos y antiguas casas de pescadores. Para aquellos que no quieran bajar al mar, aún pueden admirarlo desde el mirador panorámico de Miranda des Lladroners. Desde aquí arriba se puede disfrutar de una hermosa vista de las colinas de la Sierra de Tramuntana, en la zona baja del pueblo y, en días claros, hasta la ciudad de Palma de Mallorca.

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