verificación de poderes
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En cualquier caso, no tardaremos en ver finalmente las cartas reveladas, ya que el 4 de noviembre el propio Gravina convocó la Asamblea Electiva de la Federación de Fútbol en el Hotel Hilton Rome Airport de Fiumicino. En el orden del día está la verificación de poderes, la elección del presidente de la asamblea, la elección de los consejeros federales de los componentes, la elección del presidente federal, la elección del presidente de la Junta de Auditores. Una elección para acelerar las cosas que también abrió nuevos escenarios y supuestos para los amantes del detrás de escena, de las estrategias políticas y de los acuerdos entre bastidores. De hecho, cuatro meses no son suficientes para encontrar un candidato fuerte y disruptivo, expresión de una Liga de los A a menudo en constante desacuerdo interno.
el peso del abeto
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Y en cualquier caso, quien quiera presentarse tiene que enfrentarse a Giancarlo Abete, presidente de la Liga Nacional Amateur, que tiene el 34% de su peso en la votación. ¿Y si, dado el tiempo limitado, Abete fuera el candidato que consiguiera que todos estuvieran de acuerdo? Quizás incluso Gravina, que en nombre de la continuidad podría incluso hacerse a un lado pero seguir siendo firmemente vicepresidente de la UEFA de cara a la organización del Campeonato de Europa de 2032.
nueva estructura
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Abete, un entrenador histórico, no sería ciertamente una cara nueva, sino un candidato equilibrado, en un momento en el que, sin embargo, habría que avanzar con claridad. Pero no hay nombres fuertes en el horizonte. Ya veremos… Cuatro meses, por tanto, para tener una nueva estructura: con o sin el actual presidente. Y cuatro meses que también serán muy importantes para Luciano Spalletti, cuyo puesto no está en duda por el momento, pero que también está obviamente vinculado a quienes lo eligieron y lo quisieron para la era post-Mancini. Si en los próximos meses consigue poner de nuevo en pie una selección nacional creíble y sentar las bases para la clasificación para el próximo Mundial, quienquiera que sea el nuevo presidente de la FIGC seguirá centrándose en el actual entrenador, que sólo lleva once meses hace tiempo fue recibido, comprensiblemente, como el salvador del país. Pero si persiste la confusión observada en la Eurocopa y faltan los primeros resultados, la elección de un nuevo presidente, sobre todo si es perturbadora, también podría traer consigo un cambio en la dirección técnica de la selección nacional.