Leclerc y Sainz necesitan calmarse

¿Cómo juzgar los chispazos en pista y en las declaraciones post carrera entre Leclerc y Sainz, en el reciente Gran Premio de España? De forma sencilla y lineal. Por qué El pequeño toque en la tercera vuelta en la curva 1 debe seguir siendo un episodio en sí mismo y no el comienzo de algo no deseado y estéril. Independientemente de quién tenga un gramo de razón más o menos, las rabietas ya no sirven de nada. Ni a ellos dos, ni, mucho menos, a Ferrari. Disputando un quinto o sexto puesto, con un coche que al final de la carrera le saca veintidós segundos al Red Bull ganador del estelar Verstappen, veinte al mejor McLaren y cinco al renacido Mercedes en el más fiable y probatorio. circuito del campeonato del mundo, realmente tiene muy poca importancia. Es una guerra pequeña e inútil.

Nerviosismo en Ferrari

Es sin duda una prueba de que hay nerviosismo en el Ejército Rojo y que, al mismo tiempo, es urgente intervenir para calmar la situación y enfriarla, antes de que el estado de cosas se complique y se vuelva aún más extremo, teniendo en cuenta de dos aspectos bastante importantes.

En primer lugar, todavía hay un Mundial de constructores en juego, con Red Bull que sigue cojeando, junto a un Vertappen muy vigoroso y un Pérez cada vez más en el mar en términos de prestaciones y resultados.

En segundo lugar, si la pareja Roja de los dos Carletti se ha separado para el futuro, no es culpa de ninguno de los dos., pero se trata de una elección precisa de la propia Ferrari, que a partir de 2025 ha decidido recurrir a los prestigiosos servicios de Hamilton. Sin embargo también es comprensible un mínimo de ambición por parte de Sainz, que el año que viene (y quién sabe hasta cuándo) tendrá entre manos un monoplaza -sea cual sea- mucho menos competitivo que el SF-24 de esta temporada. Así que si el español no se presta indiscriminadamente a ser un jugador de equipo, está por entenderlo, teniendo en cuenta que ya ha demostrado sobradamente que es alguien que no hace nada contra el equipo, en cuatro años de militancia que por lo demás es reflejado.

Por lo tanto, los conflictos entre los dos pilotos de Rossi deberían y podrían disminuir, considerando que ni Leclerc para Sainz ni viceversa Sainz para Leclerc representan el verdadero enemigo a batir.

Además, si un monoplaza no gana en estos momentos, ¿qué sentido tiene discutir por posiciones que no aportan ni una gota de champán?

Ir a la guerra es inútil

Lo cierto es que el verdadero objetivo razonablemente alcanzable, es decir, una clasificación de gran prestigio en el Mundial de constructores, sólo será alcanzable con la colaboración y coordinación de ambos.

Queridos Carletto 1 y Carletto 2, dejen de hacer berrinches y de mirarse de reojo, porque si miran con atención, la consonancia razonable entre ustedes es la condición previa que podría sacar lo mejor de un año turbulento, en interés de Ferrari y también de ustedes mismos. Todo a partir de este fin de semana en Austria.

Así que buena suerte y, por favor, calma los espíritus calientes.

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