“Así salvamos a las niñas en el mar en Marina di Ravenna”

“Así salvamos a las niñas en el mar en Marina di Ravenna”
“Así salvamos a las niñas en el mar en Marina di Ravenna”

Un descuido que pudo haber salido muy costoso y que puso en grave peligro no sólo la vida de dos adolescentes, sino también la de un rescatista. Afortunadamente, gracias a la acción conjunta de tres personas dispuestas y responsables, todo salió bien y las vacaciones de las chicas, de origen francés, transcurrieron pacíficamente. Así como la velada transcurrió tranquilamente para los tres ravenenses que, con un gesto de verdadero heroísmo, evitaron lo peor el lunes por la noche.

El cuarto de baño

Son poco más de las siete de la tarde y casi no hay nadie en el baño Marisol de Marina di Ravenna. También porque el tiempo es cambiante y de vez en cuando llueve. De hecho hay una doble bandera roja: por la corriente, que empuja decididamente hacia el mar y también por el aviso meteorológico. Condiciones para las que, además, no se prevé la presencia de ningún socorrista. De repente, una mujer se dirige gritando desde la orilla hacia las canchas de raqueta. Encuentra a Luigi Terdoslavi, un bombero, que está jugando con su amigo Michele Mariotti. Les pide ayuda, sus hijas, de quince y diecisiete años, se están ahogando.

El rescate

Algunos ya se lanzaban hacia ellos, pero a unos metros de la orilla hay un gran agujero y la corriente es fuerte: «Michele era rápida, e inmediatamente alcanzó a una de las dos chicas, que estaban a 20/30 metros de la orilla. – explica Terdoslavi -. Tomé el otro, pero tenía más técnicas de rescate, las había aprendido con el trabajo. Así que ya estaba llevando a la niña a la playa cuando vi a mi amiga en grave peligro”. La operación ya lleva minutos, el adolescente aún en peligro ya ha bebido mucho y el socorrista no puede hacerlo solo: «Afortunadamente estaba allí el barman de Marisol, que corrió a ayudar. Fue decisivo”.

Este es Federico Baldini, tiene 18 años, en otoño cumplirá 19. Asiste a la Escuela de Arte y durante el verano “hace la temporada”. Ya está fuera del trabajo y por eso decidió quedarse a ver un partido también: «Lo sé mich durante un tiempo y cuando vi que no podía hacerlo solo, di el paso. Llevo dos años yendo al gimnasio, mido 195cm y peso 95kg. Sentí que podía luchar contra la corriente”. Y así fue. Federico ayuda a Michele y la segunda chica también llega a un lugar seguro: «Tuvieron mucha suerte – explica Federico -. En ese momento y con ese clima no habrían podido encontrar a nadie que los ayudara y habría sido una tragedia enorme”. A pesar de la terrible experiencia, todos logran recuperarse y la pesadilla que se estaba gestando se disuelve, como después de una noche agitada: «Por Michele y la niña tenía mucho miedo – concluye Luigi -. Estaba blanco como un papel, esa intervención de último momento salvó la situación. Y nos recuerda que nunca se es demasiado cuidadoso en el mar”.

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