Rossella Segreto Annigoni, figura destacada del círculo artístico italiano y compañera de vida del célebre pintor Pietro Annigoni, falleció el lunes en Florencia. Nacida el 20 de diciembre de 1942 en Abruzzo, en el seno de una familia de antiguos orígenes napolitanos, Rossella ha dejado una huella imborrable en el mundo del arte y la cultura. Su historia de amor con Pietro Annigoni comenzó en 1966, a bordo del transatlántico “Raffaello”, durante un viaje a Nueva York. Mientras él se dirigía a los Estados Unidos para una exposición individual, ella modelaba en las pasarelas de alta costura. Este encuentro marca el inicio de un profundo vínculo que los llevará al matrimonio en 1975, convirtiéndose así en su musa y compañera de vida.
Pietro Annigoni, conocido como el “pintor de reinas”, pintó retratos de figuras destacadas famosas, incluida la reina Isabel II. Rossella fue para él un referente fundamental en la parte final de su vida artística, compartiendo con él momentos y episodios de su carrera profesional. Su carácter alegre y de carácter fuerte, combinado con sus prometedoras cualidades artísticas, contribuyeron a definir su estilo y presencia en el mundo annigoniano.
Rossella ha sabido mantener una presencia constante y distintiva junto a su marido, tanto en ocasiones privadas como institucionales. Recordamos, por ejemplo, las recepciones en Londres, donde entre los pocos invitados italianos al Palacio de Buckingham, Rossella brilló junto a Pietro Annigoni.
Tras la muerte de Pietro Annigoni en 1988, Rossella se convirtió en guardiana del legado moral de su marido, trabajando incansablemente para preservar y promover su patrimonio artístico y cultural. Su compromiso de gestionar y dirigir esta herencia según los deseos de su marido contribuyó a honrar la memoria de Pietro Annigoni, de quien fue el testimonio más fiel durante muchas décadas.
