Hace unas semanas se decía, en estas páginas, que Star Wars The Acolyte es una serie fascinante pero confusa. Ahora que estamos a mitad de temporada solo nos queda confirmar lo dicho en el avance. Asi que aqui esta 5 cosas que simplemente no funcionan en el programa.
En primer lugar, la gestión del misterio: Uno de los aspectos inicialmente más fascinantes del producto tiene que ver con su naturaleza de misterio de asesinato. El problema es que, tal y como dice la palabra, se da por sentado que en un producto que quiere responder a los cánones del género hay un caso vinculado a las muertes que vemos en pantalla. Excepto por la identidad del misterioso Maestro, en The Acolyte todo se revela muy rápidamente: no sólo vemos claramente cómo mueren las víctimas, sino que desde el principio se nos dice quién es el asesino e incluso se revela el malentendido relacionado con su identidad.
Las respuestas llegan demasiado rápido. Osha y Mae, hermanas gemelas separadas desde pequeñas. El primero criado por los Jedi, el segundo criado en el odio y devoto del Lado Oscuro. Como las niñas son dos gotas de agua, en el primer episodio de la serie nos hacen creer que se trata de la misma persona, pero acto seguido se especifica que no fue Osha quien mató a los Jedi, sino su hermana. . ¿Por qué revelarlo incluso unos minutos después del piloto de la serie? ¿No habría sido más convincente si los escritores hubieran mantenido el secreto por más tiempo?
Las unidades de tiempo también se manejan mal. Osha y Mae también son las protagonistas del tercer episodio, que presenta un largo flashback de su infancia y la trágica noche en la que su vida dio un vuelco. Pero este salto en el tiempo se produce en la primera mitad de la temporada, en un punto de la historia en el que aún no es posible dar todas las respuestas al pequeño misterio que queda por descubrir. El flashback llega demasiado pronto y, en consecuencia, dice muy poco, nada más de lo que sabíamos. Queda por ver quién es el Maestro y por qué los Jedi actuaron como lo hicieron, pero ¿realmente necesita El Acólito decir lo obvio? Es decir, los guardianes del Lado Luminoso siempre han sido individuos llenos de contradicciones, que con métodos rígidos y dogmas ineludibles creen que pueden traer paz y justicia a la Galaxia, sin darse cuenta de los sentimientos de quienes tienen delante.
El cuarto episodio nos mostró un cambio brusco en la psicología y las motivaciones de Mae. Entiendo que la intención de la serie es convertir a Mae en una especie de antiheroína que buscará la redención por sus crímenes a toda costa, pero la forma en que ella literalmente cambia de opinión en cualquier momento: decide reunirse con Osha y entregarse. para los Jedi: eso es demasiado rápido y fallido. Por supuesto, la niña ahora sabe que su hermana está viva, que su familia no fue completamente exterminada, pero hubiera sido apropiado construir su viaje interior con más coherencia.
Y finalmente, Star Wars: The Acolyte es una serie sobre los Jedi. Y los Jedi luchan con sables de luz. Sin embargo, en los primeros cuatro episodios del programa vimos muy pocos duelos con las legendarias armas de colores. El motivo también se explica: un Jedi sólo desenvaina el sable de luz si está dispuesto a matar, mientras que los protagonistas no desean herir realmente a Mae, sino sólo detenerla. Un recurso argumental que, sin embargo, sólo suena a excusa por parte de la producción por haber claramente querido dosificar los espectaculares combates con sables láser con moderación (en términos de recursos, energía y presupuesto). Esperando que las mejores escenas de acción lleguen en la segunda mitad de la temporada.
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