¿Es ‘Baby Reindeer’ la mejor serie del año?

¿Es ‘Baby Reindeer’ la mejor serie del año?
¿Es ‘Baby Reindeer’ la mejor serie del año?

Unos minutos después del inicio, cuando en la pantalla se lee “creado y escrito por Richard Gadd”, bam, llegó el flashback. Era 2019, las vacaciones en Escocia tenían como última parada a Edimburgo, no sabía que existía el Fringe Festival, pero que genial. En un par de días veo no sé cuántas cosas, entre ellas -voy de memoria- una (divertidísima) parodia de Game of Thronesuna (sensacional) improvisación de Médico que es un mayoridad (también comedia) de Lord Voldemort. Y luego otras cositas también, pero NO Reno bebé. Una vez que no hubo entradas, al día siguiente se solapó con otro espectáculo, al día siguiente quién todavía se acuerda. Y nada, terminé perdiéndome el espectáculo del que todo el mundo hablaba, además porque unos años antes, nuevamente en el Fringe, Gadd había ganado el premio de comedia con Mono mira mono haceque ya relataba el abuso y la confusión que siguieron (y sí, no puedes evitar pensar en ESE monólogo).

Edmund Burke lo escribió a mediados del siglo XVIII, y luego obviamente los románticos: “Todo lo que puede suscitar ideas de dolor y peligro es sublime, es decir, todo lo que es en cierto sentido terrible o que se refiere a objetos terribles, o que actúa en analogía con el terror.” Y no sé ustedes, pero eso es lo que se les vino a la mente mientras miraban, en un atracón loco y desesperado, Reno bebé. Que es una serie preciosa, pero que a la vez aterroriza, en una constante dicotomía de adjetivos que casi todo el mundo utiliza para definirla: divertida y demoledora, dolorosa y sarcástica, oscura y brillante, etcétera. El único que por el momento parece haber encontrado una síntesis efectiva es Stephen King, quien comentó lo siguiente: “Santa mierda“.

Empecemos por lo básico, por si todavía no habéis acabado encima (o más bien: debajo) durante el habitual zapping multiplataforma en busca de “cosas que ver” (aunque parezca difícil, dada la charla generada y la oferta de Netflix). posición constante en el número 1 como “algo que ver” para causar una buena impresión en las cenas). Reno bebé, literalmente “bebé reno”, es el apodo que le puso al protagonista su acosador y es la adaptación de la obra homónima de Gadd, comediante, actor y guionista escocés de 34 años. Es una historia real, semiautobiográfica: en pantalla hay una versión ligeramente ficticia del creador y protagonista, Donny, un aspirante a comediante que trabaja en un pub de Londres para llegar a fin de mes. Aquí un día le ofrece una taza de té a una mujer mayor, Martha (hay que inclinarse ante Jessica Gunning, ella misma la escuela de Teatro de Gary Oldman y una capacidad salvaje para transmitir tres estados de ánimo diferentes en el espacio de tres segundos), que poco a poco comienza a infiltrarse en su vida (y en su cabeza) hasta destruirla. De 2015 a 2018, supuestamente le envió más de 41 mil correos electrónicos (agramaticales), 350 horas de mensajes de voz, 744 tweets, cartas y obsequios inquietantes como el famoso reno de juguete.

Lo que resulta desorientador, sin embargo, y lo que hace que la historia sea tan única, es que Donny encuentra un consuelo inexplicable en la obsesión de Martha por él. Y en cada situación límite constantemente piensa, dice y hace algo incorrecto, en una escalada de codependencia e incluso de afecto que va mucho más allá de lo extraño. Porque de alguna manera es la experiencia con ella la que lo obliga a enfrentar el trauma de la violencia pasada que lo destrozó y a aceptar su sexualidad. Y es la dirección (de Weronika Tofilska y Josephine Bornebusch) la que transforma esta relación mucho menos inequívoca de lo que uno podría pensar en un thriller psicológico de alto voltaje, con matices incluso de terror (y una gran banda sonora, de Brian Eno a Jethro Tull): el suspenso, la deformación de espacios y rostros, los puntos de vista, los giros. Chapeau también a cómo se concibió y rodó el episodio más desgarrador, el de la violencia por parte del veterano de la televisión y depredador veterano, Darrien (Tom Goodman-Hill), que confunde, conmociona, disgusta sin caer nunca en ‘explotación.

Lanzado el 11 de abril sin ningún tipo de promoción, Reno bebé se convirtió en un éxito en un par de semanas gracias al boca a boca y probablemente también gracias a eso”basado en una historia realLo que -a su vez- desencadenó otra obsesión en el público, ahora acostumbrado al crimen real: la de encontrar en la realidad a las figuras que inspiraron los personajes de Martha y Darrien, hasta el punto que la policía intervino y el propio Gadd preguntó a los más morbosos. en Instagram para dejar de involucrar a personas que conoce en sus cavilaciones. Más: dijo una mujer que dice ser la ahora famosa acosadora en entrevista con Correo diario que se siente explotada por la situación y que, en este punto, es la víctima de Gadd.

Pero Reno bebé es mucho más que una historia de acoso (que en comparación Parece una comedia negra caricaturesca): es una inmersión agotadora y brutal no sólo en la enfermedad mental, sino también en la fragilidad de la condición humana en general, una historia vulnerable, cruda y auténtica de cómo los traumas pueden resonar en todos los aspectos de la vida. existencia de quiénes los han sufrido y cómo la vergüenza puede inhibirnos a la hora de buscar ayuda incluso de las personas más cercanas a nosotros. Por supuesto, como él escribe rodando nosotrosencaja a raíz de la serie confesional en la que la estrella también está creador y donde el material es a menudo, aunque no siempre, autobiográfico, se ve Bolsa de pulgas por Phoebe Waller-Bridge (otro fenómeno nacido en Fringe) e Puedo destruirte Por Michaela Coël. Es un paso de gigante para Gadd y un gran salto para la serialidad. Aunque ese sofá nunca te haya parecido tan incómodo.

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