Hoy no hay una nube radiactiva sobre Europa, a pesar de las palabras del “halcón” de Putin – Corriere.it

Hoy no hay una nube radiactiva sobre Europa, a pesar de las palabras del “halcón” de Putin – Corriere.it
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El alertas de nubes radiactivas nunca deben tomarse a la ligera. Pero precisamente por eso hay que sopesarlos permaneciendo anclados a lo que se puede sentir.

Nikolaj Patrushev, secretario del Consejo de Seguridad de la Federación Rusa (ciertamente podemos considerarlo un halcón de Putin), filtró la noticia de que un depósito de armas y material bélico con uranio empobrecido habría sido alcanzado «enviado de occidente» y qué una «nube radiactiva» no identificada se desplazaría en dirección europea, en la zona polaca. Según Patrushev, citado por la agencia RIA Novosti, “ya ​​se ha informado de un aumento en los niveles de radiactividad en Polonia”. País del que no hay confirmación: de hecho, la Agencia Atómica Nacional de Polonia ha definido las palabras de Patrushev como “falsas”, explicando que no hay peligros en este sentido.

Empecemos hechos científicamente ciertos: como confirmación Alejandro Dodaroresponsable del Departamento de Fusión y Seguridad Nuclear de Enea, uranio empobrecido es un metal pesado que no puede ser en modo alguno la causa de ningún fenómeno de radiactividady menos en el aire.

Como metal pesado no tiene perfil radiológico. De hecho se llama empobrecido porque tiene un componente radiactivo más débil que el mismo uranio que ya se encuentra en la naturalezaen el agua y en medio de la tierra (y que, cabe recordar, para convertirse, por ejemplo, en combustible para centrales nucleares, debe sufrir un proceso de enriquecimiento).

Así que, volviendo a los hechos: si se ha alcanzado un depósito de material bélico con uranio empobrecido, podemos estar seguros de que no puede haber consecuencias ni a nivel de nubes peligrosas que puedan transportarse por el aire, ni a nivel local nivel (aparte de la explosión, por supuesto).

Otro hecho concreto de particular importancia. Ya no estamos en 1986 cuando ocurrió la explosión de la planta de Chernóbil. Como algunos recordarán, se tardaron días en detectar los primeros indicios de la nube tóxica que se desplazaba con radionucleidos por Europa (llegó también a Italia, llegando al punto de contaminar leche y verduras por las lluvias). ¿Pero hoy? al menos existen dos redes de detección de radiación en tiempo real para el área: la primera es la de Centro Común de Investigación de la Comisión Europea. Que se actualiza continuamente con las estaciones y sensores repartidos por todo el territorio, no solo Europa, y que no da ninguna señal de alarma (de momento, paradójicamente, hay una pequeña señal, en todo caso dentro de la norma, que llega desde Líbano por posible movimiento de material).

El mapa continuamente actualizado puede ser visto por todos en esta dirección.

La otra fuente es claramente que del OIEA, la agencia internacional que gestiona los asuntos internacionales más delicados en el ámbito nuclear, la misma que en los últimos meses ha entrado en Chernóbil y otras plantas ucranianas como la de Zaporizhzhia y ha denunciado la compleja situación de estos emplazamientos. No ha llegado ninguna señal del OIEA. La noticia, tal como se dio, no puede considerarse cierta por lo que se refiere a las consecuencias “radiactivas”.

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