Otra anciana de Rímini, objetivo de los ladrones. Un guión visto y revisado, pero que lamentablemente sigue cobrando víctimas, especialmente entre las personas más frágiles. Dos delincuentes entraron ayer sobre las 11.30 en la calle Pananti de Rímini haciéndose pasar por técnicos de gas. Con esta estratagema consiguieron ganarse la confianza de una octogenaria residente en la zona, haciéndose con el contenido de la caja fuerte ubicada en su casa. Huyeron llevándose joyas y objetos de valor. Aún se está cuantificando el valor de los bienes robados, pero el botín podría rondar los 20.000 euros en total. Las patrullas policiales de la Jefatura de Policía de Rímini se encontraban en el lugar, alertadas por un vecino, al que se dirigió la anciana al darse cuenta de que había sido asaltada. Los hechos están siendo examinados por la policía, que, gracias al testimonio de la víctima del robo, todavía muy angustiada y en shock por la mala experiencia, está intentando juntar las piezas para rastrear la identidad de los delincuentes.
Según una primera reconstrucción, ayer por la mañana la señora regresaba a su casa cuando presuntamente fue enganchada por uno de los estafadores. Mientras estaba en la puerta de su casa, el hombre se acercó a ella y le ofreció echarle una mano. Como suele ocurrir en estos casos, el delincuente se presentó como una persona distinguida, de modales amables y tono afable. Se tituló como técnico de redes de gas realizando reconocimientos en la zona. Para resultar aún más convincente, llevaba un par de guantes y una máscara. La anciana accedió a abrirle la puerta y dejarle entrar al apartamento. En ese momento el ladrón pidió mostrarle las cajas fuertes que había en la casa, porque -ésta es su versión- podrían haber interferido en las mediciones. No está claro si fue la anciana quien abrió la caja fuerte o si el delincuente logró forzarla de alguna manera. El caso es que logró escapar con los bienes robados, luego de haber permanecido dentro de la casa durante unos 15 minutos, mientras su cómplice permanecía afuera, actuando como vigía. La policía estatal ha iniciado una investigación de 360 grados.
