“Italia en avalancha: un llamamiento urgente para la protección del territorio”.

“Italia en avalancha: un llamamiento urgente para la protección del territorio”.
“Italia en avalancha: un llamamiento urgente para la protección del territorio”.

La inestabilidad hidrogeológica no es nada nuevo.

Italia, tierra de inestimable belleza y cultura milenaria, se derrumba lentamente bajo el peso de un problema que, año tras año, se vuelve cada vez más insostenible: la inestabilidad hidrogeológica. Las lluvias, incluso las de intensidad moderada, provocan deslizamientos de tierra, inundaciones y erosión que devastan ciudades, campos y costas. Cada evento atmosférico se transforma en un desastre potencial, revelando la fragilidad de un territorio que requiere intervenciones urgentes y coordinadas.

La inestabilidad hidrogeológica no es nada nuevo. Durante décadas, los expertos han dado la voz de alarma, los ciudadanos viven con el miedo de perderlo todo en cualquier momento y las administraciones locales a menudo se encuentran impotentes ante una nueva emergencia. Sin embargo, el problema persiste y, de hecho, empeora. La causa no es sólo atribuible a los cambios climáticos que hacen que las precipitaciones sean cada vez más intensas e impredecibles, sino también a una gestión territorial fragmentada e ineficaz.

El paisaje italiano, con su variedad de montañas, colinas, llanuras y costas, requiere una gestión cuidadosa e integrada. Los deslizamientos de tierra que se producen con preocupante frecuencia son a menudo el resultado de una combinación de factores: deforestación, abandono de tierras agrícolas, construcciones indiscriminadas y mantenimiento insuficiente de los cursos de agua. No podemos esperar más. Es necesario un plan de intervención que vaya de Norte a Sur, de los Alpes a Sicilia, pasando por las islas más pequeñas.

Las acciones necesarias

Para abordar eficazmente la inestabilidad hidrogeológica, es esencial una inversión masiva y específica. Esto no sólo en términos de recursos económicos, sino también de coordinación entre las distintas administraciones. Las intervenciones deben planificarse e implementarse con una visión de conjunto que involucre al Estado, las Regiones, las Provincias y los Municipios.

1. “Mapeo y Monitoreo”: Es imperativo contar con un mapeo detallado de las áreas de riesgo y un sistema de monitoreo continuo para prevenir desastres inminentes. La tecnología moderna ofrece herramientas avanzadas, como satélites y drones, que pueden utilizarse para monitorear el territorio en tiempo real.

2. “Mantenimiento y Restauración”: El mantenimiento regular de ríos y arroyos, la restauración de áreas forestales y la consolidación de laderas inestables son intervenciones esenciales. Se deben preferir las obras de ingeniería naturalistas, que utilizan materiales naturales para fortalecer el suelo, a las construcciones artificiales.

3. “Educación y sensibilización”: La prevención también pasa por educar a la población. Se debe informar a los ciudadanos sobre los riesgos y buenas prácticas a adoptar para convivir de forma segura con su territorio.

4. “Regulaciones y Controles”: Es necesario fortalecer las regulaciones ambientales y de construcción, con controles rigurosos para evitar la construcción en áreas de riesgo y garantizar que los proyectos de desarrollo sean sostenibles.

5. “Colaboración institucional”: La colaboración entre diferentes instituciones es crucial. Se deben crear grupos de trabajo específicos que puedan actuar con rapidez y eficacia, superando las barreras burocráticas que a menudo retrasan las intervenciones.

Un futuro sostenible

La belleza de Italia es un patrimonio que nos pertenece a todos y que debemos proteger por todos los medios. La inestabilidad hidrogeológica no es sólo una cuestión de emergencia, sino de un futuro sostenible. No podemos permitir que la negligencia y la falta de visión comprometan la seguridad y la prosperidad de nuestro país.

Invertir en la protección de la tierra significa invertir en nuestro futuro. Es un deber moral y cívico del que ya no podemos escapar. El colapso de Italia es un grito de alarma que ya no puede ignorarse. Es hora de actuar, de desplegar todos los recursos y habilidades disponibles para construir un país más seguro, resiliente y hermoso.

Este llamamiento no es sólo para los gobiernos y las instituciones, sino para todo ciudadano que ama su tierra. Cada uno de nosotros puede hacer nuestra parte, por pequeña o grande que sea. Unidos podemos marcar la diferencia. Salvar a Italia de la inestabilidad hidrogeológica es un desafío que debemos afrontar juntos, con determinación y valentía. Sólo así podremos garantizar un futuro de belleza y seguridad para las generaciones venideras.

por Salvatore Guerriero, Presidente Nacional e Internacional de la CONFEDERACIÓN DE EMPRESAS DEL MUNDO y GRANDES EMPRESAS INTERNACIONALES

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