Mil puestos de trabajo en riesgo en Val Bormida en el sector del vidrio, Pastorino Uiltec Liguria: la política interviene en la crisis.

Hay mil puestos de trabajo en riesgo en las empresas vidrieras de Val Bormida, Verallia, Bormioli y Etrusca, que están en crisis desde hace tiempo debido a despidos, almacenes llenos, pedidos interrumpidos, hornos apagados y líneas de producción reducidas a la mitad. La crisis del vidrio en Val Bormida tiene su origen en el mercado internacional, en la guerra en curso entre Rusia y Ucrania, pero también en la falta de inversiones en infraestructuras adecuadas en la zona, a pesar de los 10 años de crisis compleja que han puesto la lupa de la varios gobiernos. “No hemos visto el compromiso político en las infraestructuras para dedicarse a la construcción de hornos híbridos, por ejemplo con un cable para corriente de alta tensión, para empresas que pretenden renovarse también desde un punto de vista ecológico – explica Edoardo Pastorino, de la secretaría regional de la Uiltec con delegación en la zona de Savona – El próximo lunes habrá una reunión con las instituciones de todos los niveles, con los alcaldes de Val Bormida en primera línea para salvar el territorio. La Uiltec cuestiona las responsabilidades de la política al más alto nivel que, a este ritmo, convertirá Val Bormida en un desierto industrial. Las exportaciones internacionales están bloqueadas debido a la guerra entre Rusia y Ucrania, los pedidos parados y los almacenes llenos. No podemos avanzar sólo con redes de seguridad social y producción intermitente, ni confiar únicamente en la temporada de cosecha: la política debe poner cara y planes para salvar mil puestos de trabajo y el sector del vidrio en este territorio atormentado”.

Os recordamos que Verallia ha realizado una inversión de 10 millones para un horno que va al 50% con el 50% de la plantilla viajando al noreste italiano. Es importante que el horno encienda pero es vital que pase de dos líneas a cuatro; Bormioli tiene dos hornos, uno cerrado permanentemente porque no hay pedidos y el otro en proceso de renovación; Etrusca tiene personal en situación de indemnización por despido y ha declarado 50 despidos.

“Además, las empresas que procesan vidrio tienen impuestos muy elevados sobre las emisiones de Co2, es decir, 100 euros por tonelada – concluye Pastorino – Es absolutamente necesario invertir esos recursos en este ámbito, también para buscar un camino serio de transición energética para todas las empresas presentes en Val Bormida. La política debe demostrar que está a la altura de la tarea”.

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