“Sant’Egidio ha tendido un puente para traeros a Italia y reunir a muchas familias que se habían separado debido a las grandes dificultades que azotan a vuestro país”. Así lo afirmó el fundador de la Comunidad de Sant’Egidio, Andrea Riccardi, que esta tarde acogió a los 191 refugiados afganos que llegaron ayer a Roma procedentes de Pakistán gracias a los corredores humanitarios promovidos por la Conferencia Episcopal Italiana (a través de Cáritas italiana), la Comunidad de Sant’Egidio, Federación de Iglesias Evangélicas de Italia, Tavola Valdese, Arci, de acuerdo con los Ministerios del Interior y de Asuntos Exteriores. “Sois un pueblo orgulloso, de gran cultura y humanidad – prosiguió Riccardi – pero desgraciadamente os han robado la libertad, esa libertad que muchos habían empezado a disfrutar: las mujeres, ir a la escuela y trabajar; hombres, estudiando y siguiendo sus propias ideas y pasiones. Sabemos que algunos países les habían propuesto esta libertad, pero todo esto terminó por decisiones políticas y el mundo se ha olvidado un poco de Afganistán”. “Ahora sois libres de construir vuestro futuro y seguir un nuevo camino: en primer lugar, aprender italiano, ser responsables de vuestras familias e integraros en este país”, concluyó el fundador de Sant’Egidio. Con estas palabras, en nombre de todos, Fatema, una joven pintora, y Mirvais, que estudiaba en la universidad en Kabul, hablaron de la difícil vida de sus compatriotas que tuvieron que abandonar Afganistán tras el regreso de los talibanes, pero también del deseo de para empezar una nueva vida en Italia.
(foto: Comunidad de Sant’Egidio)
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