La piscina bajo ataque. Vándalos día y noche: “No aguantamos más”

La piscina bajo ataque. Vándalos día y noche: “No aguantamos más”
La piscina bajo ataque. Vándalos día y noche: “No aguantamos más”

“No podemos soportarlo más, es la misma historia todos los años… no podemos trabajar así”. Maurilio Casertano, presidente de MGM, la empresa que gestiona desde hace tiempo la piscina municipal de Desio, está enfadado. La nueva temporada comenzó no sólo con las rabietas del tiempo, sino también con las de vándalos y pandillas juveniles. Provocando daños a la planta, a los equipos y a la tranquilidad de los usuarios y del personal. Después de los episodios de los últimos días, el empresario decidió presentar una denuncia ante la policía contra desconocidos, por el bombardeo nocturno de los “scrappers”, y luego una denuncia ante la misma policía, ante la policía local y para solicitar información a la Municipalidad. El primer “golpe bajo” se produjo por la noche. Cuando unos desconocidos entraron a la piscina exterior, probablemente por la parte de atrás. Luego se volvieron locos rompiendo y tirando tumbonas, tumbonas, sombrillas, sillas y contenedores de basura. Algunos materiales tirados, otros dentro de los tanques. Incluyendo algunas vasijas de barro, que ensuciaban toda el agua. Cuando los empleados abrieron las instalaciones se encontraron ante un desastre e inmediatamente avisaron al propietario, quien se movilizó para denunciarlo a la policía. De las primeras reconstrucciones habrían sido tres niños, en proceso de identificación. Para restablecer el orden y la limpieza, la piscina gratuita estuvo cerrada durante medio día.

Unos días después, caos durante la inauguración de las instalaciones: quince chavales de entre 15 y 18 años entran por la mañana a la piscina, pagan la entrada de las cuatro horas de estancia y se quedan todo el día. “Se trata de jóvenes que ya conocemos porque en el pasado han sido protagonistas de conductas de acoso”, explica Casertano. Adolescentes que creaban caos, molestando a otros usuarios, poniendo en riesgo su seguridad y la de los demás. “Haciendo caso omiso de las advertencias, continuaron con juegos violentos y peligrosos durante todo el día, ocupando y monopolizando la piscina infantil de la piscina cubierta, impidiendo que las familias con niños pequeños pudieran utilizar el espacio. El uso de personal para ellos tuvo que ser porciones vacías de la piscina, poniendo en riesgo la seguridad de otros usuarios”. Al final no pagaron el complemento horario, continuando con su actitud de intimidación. El propietario les ha prohibido volver a entrar a la piscina.

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