El asesino capturado en un centro de salud.

Dos coches se detuvieron, quizás por una discusión relacionada con el tráfico. Esto es lo que vieron y pensaron los carabineros de la patrulla que el sábado por la tarde pasaba por la vía Atragata entre Orta di Atella y Succivo, cerca del cruce del eje viario “Nola-Villa Literno”. Allí fueron asesinados Marco y Claudio Marrandino, ambos de Cesa.

Según reconstruyeron los militares de Carabinieri, los uniformados que pasaban por el lugar se acercaban a los dos coches cuando uno de los sujetos de repente salió de su coche y se acercó al lado del pasajero del otro coche y, después de haberlo agarrado y Sacudió al pasajero del mismo, sacó un arma de su cinturón y le disparó numerosos tiros, impactándolo en la cabeza. Inmediatamente después, el asesino disparó numerosos tiros más contra el conductor del otro vehículo, que se había bajado del vehículo e intentó escapar a pie, golpeándolo en la espalda. Posteriormente, apuntó con el arma al jefe de la patrulla, que se acercaba a los dos autos para intervenir, quienes realizaron dos disparos, sin apuntar al autor del crimen. En ese momento, el mencionado hombre logró subir a su auto y escapar a gran velocidad.

Los Carabinieri que intervinieron comenzaron inmediatamente una persecución del asesino, que se prolongó durante varios kilómetros, durante los cuales el prófugo arrojó trozos de cristal por la ventanilla de su coche, dañando el vehículo de los Carabinieri. El sujeto, sin embargo, logró perder sus huellas en el campo que rodea la localidad de Cancello y Arnone. Las intensas e ininterrumpidas búsquedas llevadas a cabo bajo la dirección de la Fiscalía de Nápoles Norte permitieron localizar al hombre hasta un centro sanitario de la zona. Por tanto, se adquirieron serios indicios de culpabilidad en su favor, teniendo en cuenta el reconocimiento inequívoco por parte de los agentes operativos y el aparente peligro de fuga, lo que permitió dictar un decreto de arresto del sospechoso del delito. El coche utilizado para la fuga fue encontrado posteriormente abandonado en una zona rural. El sujeto, antes de ser detenido, fue interrogado por esta Fiscalía, negando el cargo.

Además, se llevó a cabo un registro domiciliario en el domicilio del presunto autor del delito, en el que se encontraron armas y municiones, entre ellas una escopeta recortada modificada con el número de serie desgastado y una pistola semiautomática en posesión ilegal (no registrada en el Registro Civil). datos bancarios, ni objeto de informe), así como una gran cantidad de material para el embalaje de cartuchos y pólvora (más de 100 kilogramos de casquillos). El sujeto ya había sido objeto previamente de medidas administrativas de prohibición de tenencia de armas y de revocación de licencia de armas, por lo que las armas en posesión debían ser consideradas clandestinas, dada la ausencia de elementos identificativos, así como la modificación del potencial ofensivo del arma y teniendo en cuenta que presentaba un número de serie erosionado, las investigaciones continúan con la realización de las comprobaciones técnicas necesarias que aún se encuentran en curso. La identificación del móvil del asesinato aún no está clara. El sujeto fue acompañado al penal de Santa Maria Capua Vetere, de conformidad con lo dispuesto por la Autoridad Judicial.

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