El presidente ruso, Vladimir Putin, ha propuesto un alto el fuego y el inicio de negociaciones de paz, condicionando esta medida a la retirada completa de las tropas ucranianas de las regiones de Donetsk, Luhansk, Zaporizhzhia y Kherson, y al compromiso de Kiev de no unirse a la OTAN. Putin enfatizó que esta iniciativa apunta a un cese total del conflicto, no a un simple congelamiento de la situación actual.
“Hoy estamos haciendo una verdadera propuesta de paz, no estamos hablando de congelar el conflicto sino de su cese total”, declaró Putin. Luego añadió un llamamiento a cerrar el trágico capítulo de la historia y a restablecer gradualmente las relaciones con Ucrania y Europa. Sin embargo, Putin también advirtió que si Occidente y Ucrania rechazan esta propuesta, asumirán la responsabilidad de la continuación de las hostilidades.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha rechazado rotundamente la propuesta de Putin, argumentando que no se puede confiar en sus promesas. Comparó el enfoque de Putin con el de Hitler durante los años previos a la Segunda Guerra Mundial, cuando el dictador nazi hizo demandas territoriales bajo falsos pretextos de paz. Zelensky reiteró que Putin ha cambiado varias veces sus demandas territoriales, empezando por Crimea y Donbass y ahora extendiéndose a otras regiones. Condenó duramente a Putin, afirmando que no le importan las vidas de las personas involucradas en el conflicto, calificando esta actitud como una nueva forma de nazismo.
