Desayuno en el bar: con los precios en alza, es cosa de ricos

Desayuno en el bar: con los precios en alza, es cosa de ricos
Desayuno en el bar: con los precios en alza, es cosa de ricos

NÁPOLES. Desayunar en el bar en los próximos días podría costar más. En la ciudad, la taza en el mostrador aumenta como un leopardo: si hay quien todavía la cobra a 1 euro, varios comercios ya han ajustado los precios a 1,20 y 1,50 euros. Lo mismo ocurre con el capuchino, que pasó de 1,30 a 1,50 euros. Esto se debe al aumento de las materias primas y del transporte, afirman los operadores. «Los tostadores afirman que los costes de importación han aumentado. Sin embargo, mantenemos los precios del pasado mes de septiembre (1,10 por taza) para no perder a nuestros clientes, compuestos principalmente por turistas que se dirigen al funicular.

Sin embargo, para cubrir los gastos abrimos la heladería para diversificar el negocio”, dice Raffaella Ruggiero Scaturchio (Armando Scaturchio en Portamedina). En una taza, explica, sólo 7 gramos de producto acaban repercutiendo en el precio final en torno al 10 por ciento. El coste en el mostrador, sin embargo, es mayor y se traslada a los consumidores. «Los cambios climáticos en África, productora de la calidad Robusta, han hecho que el precio de la materia prima se dispare, registrando un nuevo aumento porque las principales compañías navieras evitan Suez por el Cabo de Buena Esperanza con el inevitable aumento del noli. Si hace un año un contenedor costaba 3.000 euros, ahora cuesta 12.000″, explica Walter Wurzburger (propietario del Caffè Kremoso). «En consecuencia, incluso los tostadores que optaron por abastecerse de Brasil vieron subir el precio de la materia prima. Por lo tanto, dentro de unas semanas podríamos encontrar nuevos aumentos en el consumo de taza y capuchino”.

Sin embargo, el precio es bajo (1,10 euros el café, 1,40 el croissant, 1,50 el capuchino) en algunas zonas periféricas. Mientras que en Pianura algunos bares ya han aumentado la taza a 1,40 euros, en Fuorigrotta, por ejemplo, Giuseppe Marzio, propietario del Gran Bar Franco, explica que en los últimos días su tostador ha pedido un aumento de 2 euros por kilogramo. «Tenemos un volumen de ventas muy alto y esto nos permite seguir comprando café al precio anterior. Pero no sabemos hasta cuándo. El peligro es que en las próximas semanas los costes en el mostrador también aumenten inevitablemente, con el riesgo de perder muchos clientes”.

Otra cosa es el Gran Caffè Gambrinus, donde sólo el espresso en la barra cuesta 1,60 euros. «Además de los aumentos de la materia prima africana y brasileña debido a factores climáticos, tanto la factura de la luz influye en el precio como porque Gambrinus forma parte de las empresas históricas de Italia y, sobre todo, esto induce a los turistas a detenerse allí para visitar ambientes internos”, comenta Massimiliano Rosati (copropietario de Gambrinus). «Sin embargo, aunque en algunos lugares los precios han aumentado drásticamente, nosotros los hemos ajustado moderadamente, del mismo modo que ocurre en los lugares históricos de Italia. Y en cualquier caso estamos entre los diez primeros del país.”

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