Los autores del hecho colocaron una botella de alcohol con un trozo de tela utilizado como fusible en el limpiaparabrisas delantero del auto y se dieron a la fuga. El auto comenzó a emitir humo cuando, afortunadamente, un vecino se percató de la escena y actuó con prontitud.
Utilizando una manguera conectada a su garaje, el ciudadano extinguió el fuego, evitando así daños importantes al vehículo y posibles riesgos para la seguridad pública. Tras apagar las llamas, el residente llamó a los bomberos.
A su llegada, los bomberos examinaron la situación y, tras abrir el capó del coche, confirmaron la ausencia de nuevos peligros. En el lugar del accidente se encontraba un vehículo de asistencia en carretera, pero no fue necesaria su intervención.
Este incidente podría haberse sumado a la lista de vehículos quemados en la zona, pero la rápida y decidida actuación de un solo individuo evitó que esto sucediera. Desgraciadamente, la plaga cada vez más frecuente de incendios de coches sigue perturbando el sueño de los Coratins y hasta el momento no se han aplicado medidas eficaces contra este fenómeno.
