“Relaciones peligrosas – Psiquiatría entre cuidado y custodia”: Putignano, jornada de formación ayer

A continuación se muestra un comunicado de prensa emitido por ASL Bari:

Desde el cierre de los antiguos Hospitales Psiquiátricos Judiciales (OPG) hasta la complicada puesta en marcha de las Residencias para la Ejecución de Medidas de Seguridad (REMS). Una pequeña “revolución”, todavía en marcha, para las estructuras y operadores implicados en la custodia y atención de los delincuentes que padecen patologías psiquiátricas. Un camino largo pero también lleno de perspectivas en torno al cual la ASL Bari organizó ayer el evento “Relaciones peligrosas – Psiquiatría entre cuidados y custodia”, una jornada entera dedicada a la formación de 200 agentes sanitarios y, al mismo tiempo, a iniciar una profunda reflexión entre magistrados y psiquiatras con el objetivo de construir juntos caminos compartidos capaces de mejorar la visión común entre las disposiciones legales y la implementación concreta, especialmente a nivel de las estructuras psiquiátricas territoriales. También a la luz de un fenómeno que, sólo en la ASL Bari, consta (en 2023) de 267 delincuentes con patologías psiquiátricas (principalmente trastornos de personalidad, alcoholismo y abuso de sustancias) pertenecientes a Centros de Salud Mental, de los cuales el 56 por ciento colocados en la Asistencia Psiquiátrica. Comunidad de Rehabilitación (CRAP) y el resto gestionados dentro de itinerarios estructurados, incluida la espera de inclusión en las dos estructuras REMS activas en Puglia: en Spinazzola (BT) y en Carovigno (BR).

Diálogo a varias voces, muy deseado por Luigi Fruscio, director general interino de la ASL Bari, en el que participaron profesionales de la salud mental como Anna Maria Camposeo, directora del Centro de Salud Mental del Área 7, Roberto Catanesi, catedrático de Psicopatología Forense ( Universidad de Estudios de Bari) y Guido Di Sciascio, director de DSM ASL Bari, y representantes de la Justicia, como Silvia Maria Dominioni, presidenta del Tribunal de Vigilancia de Bari, Eugenia Pontassuglia, fiscal del Tribunal de Taranto y Angela Tomasicchio, Particularmente interesante es el punto de vista de Nicola Graziano, magistrado y autor del libro de investigación “Matricola zero zero uno”, un verdadero “viaje” hacia la locura y el sufrimiento (con fotografías de Nicola Baldieri). – vivido de primera mano – a través de las duras y crudas historias de los internos del Hospital Psiquiátrico Judicial de Aversa; El acontecimiento se convirtió también en una pieza teatral, representada en Putignano por la compañía de teatro de la Asociación “Il Colibrì” en el marco de la Revista Nacional de Teatro-Escuela “PulciNellaMente”.

El punto de partida de la amplia reflexión sobre patología psiquiátrica y delitos fue el paso legislativo marcado por la ley 81 de 2014, cuya laboriosa aplicación sacó a la luz importantes cuestiones, tanto de gestión como en referencia a los principios propios del tratamiento. De ahí la esperanza, surgida durante la jornada, de una revisión de la Ley 81 que devuelva a su lugar las prerrogativas relativas a la asistencia, distintas de las relativas a la seguridad.

La Ley 81/2014, además, sancionó el cierre de los Hospitales Psiquiátricos Judiciales (OPG) y la creación de las Residencias para la Ejecución de Medidas de Seguridad (REMS), un punto de inflexión íntimamente ligado al desmantelamiento del hospital psiquiátrico en todas sus modalidades. y la superación definitiva de la cultura privativa de libertad, iniciada en su momento con la ley Basaglia (180/1978). Sin embargo, la evaluación inicial de las necesidades resultó insuficiente en comparación con la demanda incremental de plazas. Este es el escenario en el que los centros de rehabilitación psiquiátrica y los Servicios de Diagnóstico y Tratamiento Psiquiátrico (SPDC) hospitalarios están llamados a superar los problemas críticos existentes con un enorme esfuerzo por parte de los trabajadores de la salud y los magistrados.

En la base de ello, como se ha subrayado, está la delegación total al Sistema Nacional de Salud de la gestión de los pacientes infractores, la superposición entre la obligación de proteger y proteger a la comunidad y las solicitudes de atención al enfermo. Con el efecto de poner la centralidad del paciente y de sus necesidades y repercutir en el sentimiento común, corriendo el riesgo de volver a proponer en la opinión pública la peligrosa relación entre crimen y locura, desviación y enfermedad, alimentando prejuicios y nuevas presiones hacia la exclusión de los pacientes psiquiátricos. desórdenes y desconfianza y sospecha hacia los operadores. Precisamente ese estigma que se ha luchado laboriosamente en nombre de los derechos de las personas que padecen trastornos mentales y de la promoción de la salud mental de la población, pilares que el evento de la ASL Bari quiso volver a proponer y fortalecer.

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