el comunicado oficial después de la reunión

“Apreciando el clima de diálogo constructivo en el que se desarrolló la reunión, tuvimos la oportunidad de reiterar nuestra participación en el objetivo del ministro Abodi de estabilidad y sostenibilidad económico-financiera del fútbol profesional, pero el problema no son los controles y la herramienta identificada no resolver el problema; más bien debemos trabajar juntos para identificar principios aún más rígidos para las Licencias Nacionales”. Este es el comentario del presidente de la FIGC Gabriele Gravina al salir de la cumbre convocada por el Ministro de Deporte Andrea Abodiy la Federación de Fútbol emitió una nota oficial inmediatamente después de la cumbre para resumir lo sucedido.

“Durante la reunión – se lee en el comunicado -, el Presidente Gravina expresó su opinión oposición del mundo del fútbol a la creación de la llamada ‘Agencia de supervisión económica y financiera de los clubes deportivos profesionales’ destacando, punto por punto, las cuestiones críticas encontradas en el análisis del documento enviado el 3 de mayo, partiendo del respeto al principio de autonomía deportiva reconocido tanto a nivel nacional como internacional. Gravina también informó al ministro Abodi de las conversaciones que mantuvo con la UEFA y la FIFA, informándole de la carta ya recibida ayer solicitando explicaciones urgentes que se enviarán antes del lunes 13 de mayo, en la que ponen de manifiesto una gran preocupación.

La posición de la FIGC es clara: Esta nueva realidad contrasta claramente con la prohibición absoluta de injerencia política en los reglamentos y actividades de la FIGC, consagrada en los artículos. 14 y 15 del Estatuto de la FIFA, que todas las Federaciones deben cumplir obligatoriamente, bajo pena de posibles sanciones. A esto, teniendo en cuenta que la actividad relativa a los controles de clubes profesionales y a las admisiones a campeonatos está sujeta a la cuidadosa supervisión del CONI, se sumaría también el contraste obvio con la regla 24.6 de la Carta Olímpicalo que exige que el CONI preserve su autonomía y resista cualquier tipo de presión política.

Gravina luego levantó dudas sobre la conformidad del principio fundamental de la autonomía del sistema deportivo, históricamente sancionado por el sistema estatal y reiterado por dos sentencias del Tribunal Constitucional (la más reciente con sentencia 160/2019) y del Tribunal de Casación. Además, no parece coherente con las resoluciones a nivel europeo que, hasta la fecha, siempre han reconocido la autonomía y la especificidad del sistema deportivo (siempre que las normas y medidas adoptadas por él sean respetuosas del principio de proporcionalidad y razonabilidad). , pero nunca han reconocido la posibilidad de intervenciones de autoridades gubernamentales en actividades delegadas a las autoridades deportivas. En este sentido, el Parlamento Europeo siempre ha apoyado a la UEFA en la adopción de herramientas de control homogéneas a nivel europeo. Por último, pero no menos importante, también se enumeraron los problemas de implementación y compatibilidad con el sistema regulatorio federal desde una perspectiva temporal y en relación con el sistema sancionador.

Dicho todo esto, el presidente de la FIGC ha confirmado ahora al ministro Abodi su voluntad de actuar con mayor rigor aún en la regulación de la sostenibilidad económico-financiera, invitando al propio Ministerio a indicar las nuevas directrices al CONI, responsable por ley de emitir los principios. y supervisar el trabajo de las Federaciones”.

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