Una de cada diez muertes prematuras podría evitarse gracias a tan solo la mitad de la actividad física que habitualmente se recomienda. Un dato que surge de un estudio en el que trabajó un equipo liderado por investigadores de la Universidad de Cambridge y que fue publicado en la Revista Británica de Medicina Deportiva. Una caminata rápida de 11 minutos al día, que se convierte en 77 minutos a la semana, conduciría a una reducción del riesgo de enfermedades como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y diversos tipos de cáncer.
Investigadores de la Unidad de Epidemiología del Consejo de Investigación Médica (MRC) de la Universidad de Cambridge trabajaron en una revisión de estudios realizados a lo largo del tiempo y descubrieron que, fuera de la actividad física relacionada con el trabajo, dos de cada tres personas habían reportado niveles de actividad inferiores a 150 minutos por semana de actividad de intensidad moderada, y menos de uno de cada diez excedió los 300 minutos por semana. Durante el estudio también se comprobó que a pesar de alcanzar 77 minutos semanales de actividad de intensidad moderada, Se consigue una reducción del riesgo de muerte prematura del 23 por ciento. “Si la idea de realizar 150 minutos de actividad física de intensidad moderada por semana es desalentadora, nuestros resultados deberían ser una buena noticia – afirman los investigadores ingleses – hacer algo de actividad física es mejor que no hacer nada. Esta también es una buena posición inicial: si crees que 77 minutos a la semana son manejables, entonces puedes intentar aumentarlos gradualmente hasta alcanzar la cantidad total recomendada”.
