De la revista Undici. Si De Laurentiis hubiera escuchado a la afición, nunca habría ganado el scudetto. La lista es larga y aún así el ánimo de la afición pesa e importa
Colonia (Alemania) 16/08/2020 – Final Eight Europa League / Sevilla-Manchester United / foto Getty/Uefa/Image Deporte en la foto: Julen Lopetegui
Lopetegui y no sólo eso, llegará el día en que las sustituciones se decidirán por televoto
Si nos pidieran que escribiéramos una serie de televisión sobre fútbol en 2045, no perderíamos la oportunidad de imaginar un mundo en el que los partidos duren treinta minutos (como la recuperación del Udinese-Roma) pero con la posibilidad de detener el juego una o dos veces. dos veces para darle vida al espectáculo dentro del espectáculo: los reemplazos decididos por la voluntad popular. Completo con un presentador que gestiona el patetismo. Cada espectador se conecta a la aplicación y vota. El episodio de la serie de televisión podría incluir polémica sobre la posibilidad de ampliar la votación a los aficionados que no se encuentran en el estadio. No hay que subestimar el peligro: si terminara como San Remo en la era Geolier, correríamos el riesgo de apelaciones al TAR y de intervenciones de las distintas asociaciones de consumidores en cada partido.
Pero volvamos al tema central del artículo y abandonemos el escenario de fantasía. La inspiración la ofrece la realidad de nuestros tiempos. O al menos las noticias. Quién contó el repentino cambio de rumbo del Milan por Lopetegui. Parecía el entrenador designado para el puesto de Pioli. Pero luego –al menos esta es la narrativa– se produjo la insurrección social que también condujo al hashtag Nopetegui. De ahí el paso atrás del club. Mejor no. Es mejor no iniciar el nuevo rumbo en un clima hostil. Si la historia es fiel a la realidad o no (y en qué porcentajes lo es), nos interesa relativamente. Nos apasiona más el tema subyacente. ¿Cuál es el papel de los aficionados? ¿Cuánto impactan? Sobre todo en un equipo que se identifica con un lugar, con una ciudad. ¿Deberían ser tratados exclusivamente como clientes, nos atrevemos a decir, como usuarios finales, o deberíamos considerarlos como si fueran pequeños accionistas? (continúa en Rivista Undici).